María Isabel C. B. tenía 54 años, era ingeniera, trabajaba en Illescas y vivía en Parla junto a su hija de 22 años. Su cadáver fue hallado el pasado 7 de mayo en su domicilio, situado en la avenida María Cristina, 10 de la localidad. Fue el padre de la fallecida quien la encontró sin vida, tendida en un inmenso charco de sangre, y llamó al 112. Aunque la mujer había empezado a salir con un hombre hacía relativamente poco tiempo, los investigadores descartaron casi desde el primer momento que su crimen (la mujer estaba degollada) respondiera a un caso de violencia de género. Los agentes de Homicidios de la Brigada de Judicial, el Grupo V, se pusieron en la línea del robo porque había varias estancias de la vivienda de los hechos que estaban revueltas pero pronto encontraron anomalías que, finalmente les llevaron hasta la hija de la fallecida y a su (ahora) ex pareja. Ambos ya han sido detenidos como presuntos responsables de la muerte de la María Isabel, según explicaron ayer desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los agentes de Homicidios se percataron de que los ahora arrestados trataron de desviar la investigación simulando un robo en el domicilio de la víctima. Incluso llegaron a denunciar como sustraídos varios efectos que han sido localizados ahora en el domicilio de la arrestada.
Los agentes de la Policía científica también tuvieron un papel determinante en la resolución de este crimen. El día de los hechos estuvieron recogiendo en el lugar distintos vestigios y los de Judicial estuvieron tomaron declaración a distintas personas del entorno de la víctima. La hija de la víctima denunció entonces que en el domicilio se había producido un robo y que echaba en falta una cadena musical y una videoconsola. La cadena, curiosamente, fue localizada en la vivienda de la hija de la fallecida y, a la postre, su presunta homicida.
Durante los meses siguientes, además de analizar los indicios recogidos en el lugar del crimen, los agentes se centraron en estudiar las contradicciones que detectaron en los testimonios de la hija y del que era en ese momento su pareja. Tras una nueva declaración de la hija y otras gestiones, los investigadores constataron que ambos detenidos acordaron simular un robo en el domicilio. Al parecer era una familia conflictiva y el móvil económico estaría detrás del crimen.