La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) celebra mañana la vista pública en la que estudiará los recursos de apelación presentados contra la sentencia del caso Nóos. Se trata de los interpuestos por la Fiscalía; la Abogacía del Estado; el marido de la Infanta Cristina, Iñaki Urdangarín; su exsocio Diego Torres; y el expresidente de Baleares Jaume Matas.
La vista se celebra apenas un año después de que el 17 de febrero la Audiencia Provincial de Palma dictara la sentencia que rebajó considerablemente las penas que solicitó la Fiscalía para los principales acusados de esta causa, en la que se juzgaron las actividades delictivas de Urdangarín y Torres desde el instituto Nóos. Siete de los 17 procesados resultaron condenados.
La Sala que estudiará los recursos de casación estará compuesta por su presidente, Manuel Marchena, y los magistrados Miguel Colmenero, Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo y Antonio del Moral, el ponente. Fuentes del Tribunal señalaron que la decisión del Supremo, que ya será firme, no se conocerá hasta dentro de «varias semanas», el tiempo que tardará el ponente en estudiar las alegaciones, valolarlas y someterlas a consideración de sus compañeros.
El exduque de Palma fue condenado a seis años y tres meses de prisión frente a los 19 que pedía la Fiscalía. El tribunal consideró probado que el marido de la Infanta Cristina utilizó su «privilegiado posicionamiento institucional» para ejercer «presión moral» y corromper a los funcionarios y autoridades de Baleares. A su exsocio, Diego Torres, se le impusieron ocho años frente a los 16 y medio que solicitaba el Ministerio Público. En la vista de casación la Fiscalía pide incrementar la condena de Urdangarín hasta los 10 años y la de Torres hasta los 12.
Expectación mediática
La causa concentró una importante expectación mediática, pues era la primera vez en la historia que un miembro de la Familia Real se sentaba en el banquillo de los acusados. Manos Limpias –cuyas prácticas poco profesionales han terminado con sus líderes procesados por extorsión– fue la única acusación por la que llegó a juzgarse a la Infanta por dos delitos fiscales. Fue absuelta, aunque considerada responsable civil a título lucrativo, como pedía la Fiscalía, por lo que tuvo que responder, solidariamente con su marido, de la responsabilidad civil de éste.
Con respecto a Urdangarin, su defensa pide al Supremo la anulación de la condena de seis años y tres meses de cárcel que el tribunal le impuso por un delito continuado de prevaricación en concurso con uno de falsedad en documento público y de malversación, uno de fraude a la Administración pública, uno de tráfico de influencias y dos delitos contra la Hacienda Pública. Esta pena de cárcel, de ser firme, le llevaría directamente a prisión.
En su escrito ante el Supremo, la defensa de Urdangarin insiste en que la condena debe ser anulada porque él nunca se ocupó de temas contables, financieros ni fiscales en relación con el Instituto Nóos. «No se puede demandar al olmo por no dar peras», resumió su letrado. También se opone a los argumentos que da el Ministerio Fiscal para pedir una agravación de la condena por malversación, pues entiende que su actividad no supuso un entorpecimiento al servicio público.
Por su parte, la defensa del expresidente balear Jaume Matas pide a la Sala Penal que anule la sentencia de tres años y ocho meses de prisión que le impuso la Audiencia de Palma, pese a que reconoció que el procedimiento seguido para la organización de los Fórum Islas Baleares en 2005 y 2006 «fue profundamente incorrecto hasta el punto de constituir un delito de prevaricación». La Fiscalía insta a un incremento de la condena impuesta.La defensa de Torres pide su absolución.
La Fiscalía también solicita que el Supremo condene a la trama valenciana, los cinco antiguos altos cargos que fueron absueltos, por los contratos firmados con el Instituto Nóos entre 2004 y 2006. Según el Ministerio Público, su comportamiento fue similar al de la trama balear, que sí resultó condenada.