El Domingo de Resurrección y el Lunes de Pascua miles de catalanes cumplirán con la tradición de comer la mona de Pascua, un dulce que suele adoptar las formas más diversas. Las pastelerías no sólo elaboran el típico bollo esponjoso con un huevo duro, también son muy frecuentes las monas de chocolate. En la Pastisseria Lleonart, del municipio barcelonés de Sant Celoni, han optado por convertir en monas de Pascua el que ya es un elemento fetiche del independentismo: las urnas de plástico blanco, tapa negra y escudo de la Generalitat utilizadas en el referéndum secesionista del pasado 1 de octubre. En algunas modalidades se venden junto al lazo amarillo que homenajea a los líder del proceso que se encuentran en prisión provisional. El caso recuerda lo ocurrido en septiembre, cuando un establecimiento de Berga (Barcelona) decidió preparar una hornada de “papeletas” del referéndum en chocolate blanco.
