Las autoridades brasileñas detuvieron hoy al obispo de la ciudad Formosa, José Ronaldo Ribeiro, a su vicario general y a cuatro sacerdotes, entre otros trabajadores de esa diócesis, acusados de desviar la recaudación que obtenían de los feligreses, informaron fuentes oficiales.
Los arrestos se produjeron en el marco de una operación, bautizada como "Caifás", que se inició hoy con objeto de desarticular "una asociación para delinquir" que desviaba "recursos de la Diócesis de la Iglesia Católica de Formosa" y de algunas parroquias en el estado de Goiás (centro-oeste).
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Con el dinero desviado de los diezmos y las donaciones, el grupo llegó a invertir en una casa de lotería y comprar vehículos para uso personal, bienes que estaban a nombre de testaferros, según confirmó la Fiscalía de Goiás.
Además, uno de los acusados también compró ganado con dichos recursos, según las mismas fuentes.
Los recursos desviados se estiman en unos 2 millones de reales (unos 600.000 dólares) y procedían de "diezmos, donaciones, tasas por bautizos y bodas", entre otras "recaudaciones festivas de dinero de los fieles".
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Fuentes del Ministerio Público de Goiás señalaron a Efe que hasta el momento han sido detenidos Ribeiro, su vicario general, cuatro sacerdotes y otros tres trabajadores administrativos de la diócesis.
El número de detenidos es preliminar ya que los agentes se encuentran en las calles para cumplir un total de 13 mandatos de prisión y 10 órdenes de allanamientos de manera simultánea en tres localidades diferentes: Formosa, Posse y Planaltina.
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Fiscales y policías han realizado hasta ahora registros en residencias particulares, en la curia de la Diócesis de Formosa, en diferentes parroquias y también en un monasterio.
Las investigaciones sobre esta trama destapada en el interior de la diócesis se basan en denuncias anónimas de fieles, quienes relataron que los desvíos ocurren desde 2015.