El sindicato CSIF-A lamenta que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) «siga sin tomar medidas concretas en su lucha contra las agresiones sanitarias», que en 2017 superaron el millar en el conjunto de los centros sanitarios andaluces. Con motivo del «Día contra las Agresiones al Personal Sanitario», que se conmemoró ayer, el sindicato activa una campaña de sensibilización bajo el lema «El respeto es tarea de todos».
CSIF-A considera «alarmantes» los datos de 2017, año en el que la cifra de agresiones creció un 10% respecto al anterior. Según datos obtenidos por este sindicato, 1.115 trabajadores fueron agredidos en 2017, 285 de manera física y 830 verbalmente. Por provincias, destaca el número de agresiones en Sevilla (242) y Málaga (221); aunque el incremento con respecto al año 2016, se acentúa el problema en Almería (55,4% más). Por otro lado, si nos centramos en las agresiones físicas, las provincias con datos más alarmantes son Sevilla (37 más), Málaga (35 más) y Granada (14 más). El estudio del sindicato refleja también la violencia de género encubierta de los datos manejados, pues la mayoría de profesionales agredidos son mujeres.
Ante esta situación, CSIF-A plantea la «necesidad de crear un grupo multidisciplinar que abarque no solamente el ámbito sanitario, sino el educativo y el judicial para llegar a una solución real». Por otra parte, «exige al SAS el cumplimiento de su propio Plan de Prevención de Agresiones que establece la posible denuncia judicial y social de la Administración a los agresores de sus profesionales», potestad que nunca ejerce, dejando sólo al profesional ante la denuncia de sus propios agresores.
El sindicato llama a las administraciones a «diseñar de manera conjunta y ejecutar medidas reales y eficaces para la seguridad de los profesionales en el ámbito sanitario y el respeto en los centros de trabajo». Para CSIF-A, «la tolerancia cero a las agresiones sólo será posible con el trabajo conjunto entre administraciones, fuerzas sindicales y los propios trabajadores, afrontando de manera unida las situaciones de hostilidad y mejorando, en paralelo la eficacia de las medidas de seguridad en los centros de trabajo».
Por otro lado, SATSE puso ayer en conocimiento del Defensor del Pueblo esta decisión arbitraria de la Administración del Hospital Alto Guadalquivir de Jaén que niega el derecho a la formación dentro de la jornada laboral, particularmente en un colectivo tan sensible como el de la Enfermería, donde un 80% del sector siguen siendo mayoritariamente mujeres.
Médicos y enfermeras, unidos
El Centro de Salud de San Hilario, que registró a mediados de febrero la última agresión de gravedad a una profesional sanitaria en Sevilla, acogió una concentración de profesionales en demanda de mayor seguridad.
