El Unicaja se confió ante el Panathinaikos y cayó derrotado por 79-90 en un partido que comenzó de manera brillante para los de Málaga y que, sin embargo, acabaron regalando a pesar de la buena actuación, de nuevo, de Nemanja Nedovic (19 puntos).
Los malagueños se confiaron en la segunda mitad de un partido que iniciaron con mala defensa, pero con buen porcentaje de cara al aro, y sus opciones de continuar en la Euroliga se tornan de casi imposibles.
La afición del José María Martín Carpena asistió a un partido de elite desde los primeros compases del encuentro, el Unicaja necesitaba la victoria y, a pesar de que no ejerció una defensa brillante y tuvo pérdidas de balón que beneficiaron a los griegos, salieron con fuerza a la cancha.
Los de Joan Plaza sí estuvieron acertados desde la línea de 6'75, le ganaron la partida a los griegos en un plano en el que se manejan a la perfección y Nedovic disfrutó a base de triples para dale ventaja a los suyos (19-14, m. 7); los locales cerraron un primer cuarto caótico -con más errores que aciertos por parte de ambos- con una ventaja de seis puntos (24-18).
El Unicaja enmendó sus errores en el segundo cuarto y aprovechó que el Panathinaikos estuvo cegado de cara al aro, lo que propició que los locales cogieran confianza en el parqué con el canterano Viny Okouo en la pista, que cada día aumenta sus tablas y su papel en el equipo de Plaza.
El partido fue de menos a más para los verdes y de más a menos para el equipo de Xavi Pascual, que encadenó constantes errores de cara al aro frente a los aciertos de los cajistas que, desde la línea de triples, sumaron sin problema y a falta de 40 segundos para el del segundo cuarto sentenciaron la primera mitad del partido gracias a un triple de Alberto Díaz (44-32).
El descanso fue una inyección de moral para el Panathinaikos, que se acercaron con peligro a los malagueños gracias Kc Rivers (50-45, m. 25), y protagonizaron un gran tercer cuarto ante un Unicaja ido en defensa y que acabó sufriendo (60-58).
El último tramo fue letal para los locales, ya que los griegos impusieron un parcial de 0-10 en menos de un minuto y medio; y se colocaron por delante sin problema, en un partido que pasó de ser un duelo de categoría a un correcalles.
El conjunto malacitano tuvo que remar y enfrentarse a Goliath y para ello tuvo a la grada de su lado que tiraron de pulmón y convirtieron el Carpena en una olla a presión para que Jeff Brook correspondiera con un 'triplazo' en el minuto 34 y así puso a los suyos a una canasta (70-72).
La luz del Unicaja fue perdiendo potencia y Rivers iluminó a los griegos con dos triples consecutivos que sentaron como un jarro de agua fría (74-83, m.38), no le salió nada a los de Plaza, que se difuminaron sobre el parqué.
La mala defensa y los errores desde la línea de 6'75 terminaron de hundir a los locales y regalaron el partido al Panathinaikos que cogió alas y acabó llevándose el partido a Atenas con una ventaja de 79-90.
