Castilla-La Mancha batió su récord de exportaciones de vino y mosto el año pasado con 804 millones de euros facturados, un 18 por ciento más que el año anterior. El reto ahora es que la región triplique estos datos y alcance los 2.500 millones de facturación, lo que implicaría «un incremento en la riqueza regional de un cuatro por ciento», dijo el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, desde Cuenca, donde participó en el II Congreso del Colegio Oficial de Enología de Castilla-La Mancha.
Las cifras «ponen de manifiesto que lo estamos haciendo bien» por parte del Gobierno regional, afirmó el consejero, que también valoró la «labor fundamental de los enólogos». «El consumidor es el que manda y nos debe orientar en la toma de decisiones», añadió Martínez Arroyo.
Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma que más superficie de viñedo, más producción de vino y mayor número de empresas vitivinícolas tiene, contando con alrededor de 85.000 viticultores en la región.
Según el consejero, «nuestro éxito está en la diferenciación y de ahí la importancia del papel como enólogos», en un momento en el que «el vino de Castilla-La Mancha cada vez es más competitivo entendiéndolo como el que mejor se vende».
Martínez Arroyo también recordó que la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) tiene la intención de crear un Grado de Enología en Ciudad Real. «Era necesario que lo hubiera y que quienes quisieran ejercer la profesión de enólogos lo pudieran hacer aquí», añadió. En este sentido, el Gobierno regional ya ha ofrecido las instalaciones del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (Iriaf), situado en Tomelloso, para que los alumnos puedan realizar las prácticas.
