Al Gobierno no le gustó el
debate parlamentario sobre la prisión permanente revisable
que se produjo este jueves en el Pleno del Congreso. El ministro portavoz ha pedido serenidad a los partidos y ha aconsejado a los grupos que piden la derogación de la reforma que aprobó el Gobierno en 2015 que «escuchen a la calle» y reconsideren su posición.
En La Moncloa esperan que sean los ciudadanos los que extraigan sus consecuencias sobre el debate de la prisión permanente revisable, después de que todos los partidos se hayan retratado en el Congreso de los Diputados.
El portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, ha subrayado el «clamor social» que existe a favor de esa medida, aprobada por el PP, con mayoría absoluta, en el año 2015, y con el voto en contra del resto de los partidos. En octubre pasado, el Congreso empezó a tramitar una Proposición de ley del PNV para derogarlo, y contó con el apoyo de todos los grupos, menos el PP. Ciudadanos se puso de perfil y se abstuvo. Este jueves, el Pleno ha rechazado las dos enmiendas a la totalidad contra la derogación, que defendieron el PP y Ciudadanos. Ahora la iniciativa del PNV sigue adelante.
Precisamente, es ahí donde el Gobierno cree que debe producirse el debate y las distintas propuestas a partir de ahora, en la tramitación de la Proposición del PNV para derogar la prisión permanente revisable.
El pasado 9 de febrero, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, presentó en el Consejo de Ministros el anteproyecto de ley para ampliar los supuestos en los que se aplicaría esta pena. Pero el Gobierno está dispuesto a congelar ese borrador. De momento nadie dice claramente que ha decaído, pero tampoco que sigue adelante. El jueves, el PP introdujo en su enmienda toda la propuesta del Gobierno, y fue rechazada, así que La Moncloa cree que el debate debe seguir exclusivamente en torno a la Proposición del PNV.
