La Policía Nacional ha detenido en La Coruña a la junta directiva de una asociación cannábica, tres personas, y desmantelado la plantación de marihuana que cultivaba en sus locales con unas 1.300 plantas intervenidas. Según ha informado la Policía Nacional, los promotores de la entidad se inscribieron en el Rexistro de Asociacións dependiente de la Xunta de Galicia y, tras cumplir con los trámites necesarios para iniciar sus actividades, instalaron una plantación de marihuana en sus locales.
En el registro practicado en la asociación, los agentes han incautado unas 1.300 plantas de marihuana, unos 900 gramos de cogollos de marihuana y unos 300 gramos de hachís. Además localizaron un arcón frigorífico en el que guardaban almacenados seis kilogramos de marihuana para producir su propio hachís, relata la Policía. La operación tuvo su origen «en una relevante información», destacan las mismas fuentes policiales, aportada por la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comunidad Autónoma de Galicia.
Las investigaciones se centraron en una asociación cannábica que había fijado su sede y domicilio social en el bajo de un edificio situado en una localidad de la provincia de La Coruña. Junto a ese bajo, los promotores alquilaron otros dos locales colindantes.
Material eléctrico
Los promotores, supuestamente, compraron gran cantidad de material eléctrico necesario para la realización de una plantación de marihuana de importantes dimensiones. Una vez comprado el material y arrendados los locales, inscribieron la asociación en el Rexistro de Asociacións dependiente de la Xunta.
Una vez superados los trámites administrativos necesarios, obtuvieron el visto bueno de la Administración para el inicio de sus actividades, momento en el que dieron comienzo a las obras de acondicionamiento de los bajos para la instalación de una plantación de marihuana, indican las mismas fuentes policiales.
En el momento de alcanzar la primera producción de esta sustancia estupefaciente, abrieron las puertas de la asociación a la inscripción de socios, con un número aproximado de inscritos de unas 35 personas. De este modo, «los promotores de la asociación ocultaban sus ilícitas actividades con la pantalla de una asociación con apariencia de legalidad», subraya la Policía.
En el momento de la entrada y registro estaban en el interior de los bajos de la asociación el presidente de la misma, el secretario y el tesorero. Además de un espacio habilitado como sede social, en los bajos habían instalado sistemas de ventilación, iluminación, riego y temporización necesarios para el cultivo de marihuana en cantidades importantes en espacios interiores. Los promotores de la asociación también tenían en el bajo un arcón frigorífico en el que guardaban almacenados aproximadamente seis kilogramos de marihuana, «los cuales tenían allí guardados para producir su propio hachís», destaca la Policía.
En el transcurso de la operación, el personal especializado pudo comprobar que se había conectado la instalación eléctrica directamente a la red de suministro sin pasar por el contador. «Las plantaciones de marihuana en interior demandan de una gran cantidad de potencia eléctrica para el funcionamiento del aparataje necesario, lo que, unido a la precariedad de las instalaciones eléctricas fraudulentas que se realizan, hace que el riesgo de incendio sea elevado», advierte la Policía.
En las diligencias policiales, además del delito contra la salud pública, se les imputa un delito de asociación ilícita y otro de delito de defraudación del fluido eléctrico. El juzgado decretó prisión provisional para dos gestores de la asociación, a los cuales les constan varios antecedentes policiales por otros hechos delictivos. Otro de los responsables de la asociación, al que también le figuran antecedentes policiales, ha quedado en libertad con cargos.