La estadística dice que la Copa de España de fútbol sala es un torneo propicio para las sorpresas, con favoritos eliminados a las primeras de cambio, héroes inesperados e incluso un debutante como Jaén que alzó el trofeo en 2015 nada menos que ante el todopoderoso Barcelona. Así que lo sucedido este jueves en el primer partido de la edición más ambiciosa de la historia, disputada en el imponente WiZink Center de Madrid, pese a no dejar de ser sorprendente no fue para nada inesperado.
La víctima fue esta vez ElPozo Murcia, que después de un inicio de temporada irregular se presentaba en Madrid como segundo clasificado en la liga tras adelantar al Barça y con una plantilla reforzada con dos brasileños de calidad contrastada. Curiosamente la trayectoria opuesta presentaba el Palma Futsal, lejos de los primeros puestos en el torneo de la regularidad y con el ambiente enrarecido en el vestuario después de las críticas vertidas desde sus despachos contra algunos jugadores, y tras alzar la voz Barrón, uno de sus porteros, por sus escasos minutos sobre la pista.
Ajeno a la pataleta de su compañero el argentino Nico Sarmiento se erigió en triunfador del partido al resolver los ataques murcianos una y otra vez con una agilidad felina. ElPozo, en todo momento muy incómodo sobre la pista del WiZink Center, recurrió a la calidad del brasileño Pito y a un inspirado Marinovic pero solo el croata y en una afortunada acción pudo batir al meta campeón del mundo. Un tanto que llegó demasiado tarde y no anuló la ventaja lograda antes por los tantos de Diego Quintela y Tomaz, que metieron a un efectivo Palma en semifinales.
