La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investiga a otras cuatro por caza furtiva de, al menos, 43 ciervos y dos gamos sin autorización, y por comercializar la carne obtenida sin los controles sanitarios reglamentarios y falsificando la documentación.
Según ha informado este jueves la Delegación del gobierno en Castilla-La Mancha en una nota, la operación denominada «Tuberciervo» ha recabado evidencias durante más de tres meses sobre la comisión de varios delitos.
Entre ellos, delitos contra la salud pública, contra la protección de la flora y fauna, de desobediencia y de falsedad documental.
Según la Guardia Civil, estas personas cazaban en terrenos sometidos a régimen cinegético especial sin el debido permiso de su titular, e introducir luego en el mercado productos alimenticios sin cumplir con los condicionantes exigidos por la normativa sectorial aplicable.
Asimismo, el instituto armado considera que los dos detenidos habrían faltado a la verdad en la narración de los hechos expuestos en los documentos utilizados para la comercialización de la carne de caza.
La Operación ha sido llevada a cabo por el Seprona de la Guardia Civil de Cuenca y la patrulla de la Guardia Civil de Cardenete, y ha contado con la colaboración de las Consejerías de Sanidad y de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha.
