Un hombre de 36 años, vecino de Tarazona (Zaragoza) y encarcelado en Cataluña por causas pendientes con la Justicia, ha sido imputado en prisión por un nuevo delito: cultivar marihuana en un piso. No le dio tiempo a desmantelar la plantación cuando fue arrestado y trasladado a prisión, así que ahora tendrá que responder también por ello.
Según han informado fuentes de la Guardia Civil, a mediados de enero las fuerzas de seguridad tuvieron conocimiento de que se estaba cultivando y procesando droga en una vivienda de esa localidad zaragozana. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Tarazona, con el apoyo de la Policía Local, emprendieron las pesquisas para intentar dar con ese inmueble.
Tras revisar diversas posibles ubicaciones, centraron su atención en un piso en el que comprobaron que el consumo de electricidad superaba con mucho el habitual de un hogar cualquiera. Sospecharon que podía deberse a la utilización intensiva de electricidad para calentar la plantación de marihuana, y así era.
Localizado el piso usado como invernadero de marihuana -fueron intervenidas 217 plantas de cannabis en diversos estados de crecimiento y abundante material para el cultivo, procesamiento y venta de la droga-, los investigadores fueron tras el propietario del inmueble. Y ha resultado que no estaba en Tarazona porque se encuentra interno en una prisión catalana, donde cumple con una requisitoria dictada por causas penales pendientes. A éstas, ahora, se le añade una imputación más por un presunto delito contra la salud pública.
