La juez del Juzgado número 6 de Llíria ha declarado prisión provisional para el jugador portugués del Villarreal Rubén Semedo, tras prestar éste declaración a lo largo de la mañande ayer. La juez imputa al futbolista delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y robo con violencia, según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Tras escuchar las declaraciones del jugador, quien estuvo acompañado de sus abogados, el juzgado de instrucción número 6 de Llíria ordenó la prisión provisional comunicada sin fianza en la penitenciaria de Picassent (Valencia).
El jugador fue detenido el pasado martes por los hechos acontecidos el pasado día 11, cuando el futbolista supuestamente participó junto con otras dos personas en la retención de un hombre al que le amenazaron con una pistola y quitaron las llaves de su piso para entrar en la vivienda y apropiarse de dinero y objetos de valor. Lo que motivó la intervención de la Guardia Civil que registró el domicilio del portugués y salió con varias cajas y bolsas de pruebas. Además, se descubrió que tenía montada una especie de discoteca en su vivienda.
Desde entonces, Semedo permaneció en las dependencias de la comandancia de la Guardia Civil en Patraix (Valencia), desde donde fue trasladado ayer al juzgado para prestar declaración.
No es la primera vez que el jugador del Villarreal, que costó 14 millones de euros el pasado verano, tiene problemas con la Justicia. El pasado mes de noviembre fue arrestado por un presunto delito de amenazas y maltrato en las inmediaciones de una discoteca de Valencia. Los hechos se remontan al 5 de noviembre cuando Semedo tuvo un incidente con una de las camareras de la discoteca valenciana por lo que fue invitado a abandonar el local. Ya en la calle se dirigió al encargado de la discoteca y llevándose la mano al cinturón le dijo «vamos a hablar». No se pudo demostrar que el futbolista llevase una pistola.
Otro de los incidentes protagonizados por el jugador portugués del Villarreal se remonta al pasado mes de octubre en el parking de una discoteca, también de la capital valenciana. Cuentan que mantuvo una acalorada discusión dentro de la sala y que una vez en la calle, cuando todo parecía estar ya en calma, llamó al joven con el que había mantenido la pelea dialéctica, abrió el maletero de su coche, sacó una botella que tenía allí y se la rompió en la cabeza.
