La hermandad de la Expiración de Córdoba ha vivido esta noche un acontecimiento histórico con la presentación del proyecto de su nuevo paso de Cristo. La corporación, a través de su hermano mayor, José Luis Cerezo, y la comisión artística que ha dado luz al proyecto, dio a conocer el que ha sido uno de los secretos mejor custodiados en la Córdoba cofrade.
En líneas generales, el futuro paso de la Expiración, con diseño del cordobés Manuel Valera, será de estilo rococó y combinará «por igual» los elementos de caoba, plata y pintura. Es decir, que no sobresaldrá ninguno de estos elementos por encima de otro.
Según las previsiones que maneja la hermandad, el titular podría salir sobre su nuevo paso en el plazo de «cuatro o cinco años» y «no se estrenará hasta que no esté acabado en su totalidad», por lo que mantendrá su paso actual hasta la finalización de la nueva pieza.
Como se puso de manifiesto durante la presentación, existen una serie de elementos que convertirán a este paso procesional en una pieza muy singular. Para empezar, Valera, «que se ha volcado de manera extraordinaria en el proyecto» -precisó el coordinador de la comisión, Miguel Ángel Cerezo-, lo ha diseñado todo de «manera artesanal», a puño y lápiz. En lo que al estilo utilizado se refiere, el paso será rococó, conforme a los cánones estilísticos del siglo XVIII. Llama la atención que la plata irá «integrada» en la madera, de manera que «se consigue que sea una sola pieza».
Un paso sobrio
Según los datos aportados en la presentación, en el paso no sobresaldrá ningún elemento por encima de otro, fundamentalmente para resaltar la figura de su Crucificado. Caoba y platas menos brillantes y pinturas tenues que vayan en perfecta armonía. Todo, en resumen, para abundar en la «sobriedad» que persigue la hermandad a través del diseño de Valera.
La peana elegida será otro de los elementos de gran interés a la hora de presentar el paso. Será una peana de carrete y realizada en madera y tendrá una mayor altura. Asimismo, según detalló Cerezo, el paso seguirá una misma línea teológica y todo está basado en el Espíritu Santo, «en ese último aliento de Jesucristo». En este sentido destaca la elección de las cuatro imágenes de las esquinas del paso, que son Santo Tomás de Aquino, San Pablo, Santa Teresa de Jesús y San San Agustín. Para este capítulo la hermandad ha realizado un estudio exhaustivo.
El paso procesional tendrá unas dimensiones, sin embargo, muy similares a las actuales, si bien la impronta es diferente. Hay detalles que marcarán el estilo. Así, los candelabros serán más estilizados y los puntos de luz darán más luminosidad a la imagen titular. En total, casi 40 puntos de luz que empezarán a la altura de la misma peana y llegarán prácticamente hasta su zona más elevada.
Diferentes artistas
En lo que respecta a la ejecución, la hermandad tiene previsto empezar este mismo año los trabajos y concluirlos en el plazo de «cuatro o cinco años». Lo que también tiene claro la cofradía es que no habrá estreno hasta que el paso no esté concluido en su totalidad. Para este proyecto los artistas elegidos finalmente han sido Jesús Zurita (pintura), Manuel Valera (orfebrería), Edwin González (imaginería), Manuel Valverde (talla) y Juan Pérez (carpintería). También hay que resaltar que hermanos de la cofradía ya han empezado a realizar donaciones a pesar de no haberse presentado todavía.
