Las leyes federales en Estados Unidos distinguen dos tipos de armas de fuego: las largas definidas como escopetas o rifles y las cortas o pistolas diseñadas para ser disparadas sin el uso de un mango.
Únicamente los mayores de 18 años tienen acceso a armas largas, mientras las cortas solo están disponibles a partir de los 21, aunque algunos estados permiten la compra a adolescentes sin el consentimiento de sus padres.
El comprador no debe tener prohibida la tenencia de armas y no puede falsificar documentos al momento de la solicitud, estos son dos importantes requisitos.
Para determinar si el solicitante tiene antecedentes penales o es inmigrante indocumentado debe diligenciar un formulario y permitir la toma de huellas digitales. Una vez obtenga el arma, no es necesaria ninguna licencia para mantenerla en el domicilio particular.
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