Los artistas vivos resucitan el trabajo de los que ya no están. La Fundación Amigos del Museo del Prado vuelve a ARCO por segundo año con una exposición de doce autores españoles contemporáneos que dialogan con las obras maestras de los clásicos icónicos. Andreu Alfaro, Eduardo Arroyo, Miquel Barceló, Albert Ràfols-Casamada, Eduardo Chillida, Ramón Gaya, Luis Gordillo, Guillermo Perez-Villalta, Manuel Rivera, Gerardo Rueda, Antonio Saura y Gustavo Torner son los protagonistas de este diálogo compuesto con doce grabados.
Esta docena de piezas formó parte de una exposición de 1991 dirigida por Francisco Calvo Serraller, en la que cada artista presentó cuatro obras. «Esta fue la mejor forma que los autores tenían para materializar su relación con el Museo del Prado», explica Inés Cobo, miembro del Departamento de Actividades de la Fundación y responsable del estand en la Feria.
Con esta relación entre artistas vivos y artistas históricos, se propone una conversación sobre lo que permanece vivo en el arte, se haga hoy o se hiciera ayer. Un ejemplo de este diálogo entre el pasado y el futuro aparece en Andreu Alfaro. «Al autor siempre le gustó mucho la escultura arcaica y se interesó por Las tres gracias de Rubens. Alfaro cogió la obra, la descompuso hasta reducirla al máximo y simbolizó unas columnas salomónicas de referencia barroca», detalla la responsable del estand.
La Fundación busca conseguir «amigos», tanto patrocinadores como particulares
Desde la Fundación afirman que la Feria es una gran oportunidad para conseguir visibilidad. «Es una maravilla porque este evento tiene una capacidad de atracción de público enorme», matiza Cobo. Para ellos es importante esta difusión porque en realidad no son parte del Museo de Prado, sino que trabajan con el fin fundacional de conseguirles «amigos», traducidos tanto en patrocinadores como en personas a nivel individual.
Vuelven a la Feria porque en su anterior participación quedaron satisfechos. En 2016, llevaron una colección de la misma temática, pero compuesta solamente por mujeres. Ahora, querían traer una apuesta mucho más histórica. «El año 1991 queda muy atrás. Tan atrás que esta colección adquiere el carácter de histórica porque muchos autores ya han fallecido», informa la responsable del estand.
Lateral del estand de la Fundación
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A.Valentín-Gamazo
Inés Cobo explica cómo es trabajar con grandes maestros. Aunque ahora funcionan como una galería porque esta colección les pertenece hasta que se venda, deben pagar por los derechos de reproducción. «Los autores fueron los que aportaron las obras; sin embargo, una vez que se acabe la tirada, ya no existirá más relación», manifiesta.
De cara a la participación de este año, la Fundación espera conseguir el mismo éxito que la vez pasada. Con la percha del segundo centenario del Museo del Prado el año próximo, les gustaría que más gente participase en las diversas actividades programadas. «La intención es que cada uno se sienta responsable del patrimonio que tenemos, que lo defienda y lo cuide», concluye Cobo.
