Robert Lepage, una de las grandes personalidades de la escena internacional, reconoce haberse autocensurado y haber variado su manera de pensar sobre las escenas de desnudos femeninos tras los escándalos de acoso sexual que sacuden el mundo del espectáculo en los últimos meses.
El director canadiense se encuentra actualmente en Australia remontando «Quills», un espectáculo inspirado en la historia del marqués de Sade, uno de los grandes depredadores sexuales de la historia. Lepage ha confesado que hace unos días, cuando ensayaba, se sorprendió diciéndole a una de las actrices: «Si hago algo inapropiado, dímelo».
Hace tan solo dos años, cuando estrenó en el Théâtre national de la Colline de París esta obra, basada en un texto de Doug Wright, no tenía tantos complejos a la hora de ensayar. «Ahora hay cuestiones que tomar en cuenta que entonces no existían», ha dicho.
En «Quills», Lepage no solo dirige, sino que encarna al propio marqués de Sade y tiene una escena de sexo con una actriz en la que ambos están desnudos en una cruz. «Cuando monté la obra por primera vez, no pensé en esto. Ahora nos hemos vuelto más sensibles a este asunto», ha dicho el director en declaraciones recogidas por el periódico británico «The Guardian». La obra, continúa, ha adquirido connotaciones muy diferentes con todo lo sucedido y con el movimiento #MeToo.
