Terremoto en la Policía Local de
Galapagar. Un total de 24 de sus 51 miembros había solicitado, al cierre de esta edición, el traslado en comisión de servicios; lo que en la práctica supondría que se irían a trabajar a otros municipios de la región o, incluso, a otras comunidades autónomas. Así lo comunicó ayer la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que denuncia que esto no es más que el culmen a «las malas condiciones laborales que ofrece este Ayuntamiento».
Ya son tres las veces que, en los últimos dos meses, los empleados públicos se han manifestado en esta localidad de 33.000 habitantes. Se quejan de la negativa del Gobierno local, dicen, a sentarse a negociar un nuevo convenio que mejore su situación laboral.
El delegado del CSIF, José Cordero, especificó ayer que la plantilla de la Policía Local está formada por 41 agentes, un oficial, un suboficial, dos sargentos y seis cabos, y que quienes se encuentran solicitando las autorizaciones son los primeros. Es decir, casi la mitad.
Los escritos que los afectados están remitiendo a la Jefatura del Cuerpo se solicita la comisión de servicios en otros municipios donde está previsto que haya vacantes: «Por la falta de seguridad jurídica y resto de condiciones laborales y teniendo que atender mis necesidades personales y familiares, estoy interesado en prestar mis servicios en otra localidad», reza una petición.
El Ayuntamiento lo niega
La sección sindical de CSIF en el Ayuntamiento de Galapagar (PP) considera que el equipo de gobierno no negocia mejoras, como sucede en el resto de ayuntamientos de la Comunidad de Madrid, una vez superada la crisis, sino recortes. Los policías locales señalan que su intención es la de mantener una relación «buena y dialogada» pero que la situación actual, tras numerosos desplantes, es «insufrible».
El Consistorio afirma que la denuncia sindical «no se corresponde en absoluto con la realidad».
