Por Carlos Sánchez Diario Libre SANTO DOMINGO. De niño, solía subirse sobre una de las matas detrás del estadio La Normal para ver los partidos de béisbol. Sin quizá, el dinero era poco para asegurarse un asiento, pero el riesgo (o travesura) valía la pena para disfrutar de lo que décadas después aún se mantiene […]