Tras cinco horas de reunión esta mañana y otras nueve en la jornada de ayer sigue sin atisbarse solución para la huelga en la justicia. Los siete sindicatos convocantes y los representantes de la Xunta de Galicia se han acusado mutuamente de no querer llegar a un acuerdo. Las centrales censuran la «pasividad» del Gobierno autonómico y aseguran que hay «cero avances». Para la Xunta, sin embargo, los funcionarios siguen «enrocados» en sus demandas inasumibles de mejora salarial en un «simulacro de negociación».
El director general de Xustiza, Juan José Martín, ha afirmado que en tres de las cinco reivindicaciones que han motivado la huelga hay acuerdo y recrimina que lo único que les interesa a los representantes de los trabajadores es la cuestión económica. Hace una semana la administración gallega ponía sobre la mesa su última oferta retributiva, de entre 800 y 1.080 euros más anuales según la categoría laboral, cantidad a la que se llegaría progresivamente en 2021. Los sindicatos también rebajaban sus exigencias iniciales, pero su contraoferta sigue aún lejos. Los trabajadores reclaman que la subida comience a ser efectiva este año y no el próximo y que alcance los 2.700 euros anuales para todos los trabajadores.
Según los cálculos del director xeral de Xustiza, supondría un incremento del 13 por ciento, lo que si se añade a un posible 8 por ciento de aumento en tres años de los Presupuestos Generales del Estado, llevaría al 21 por ciento. Una cantidad «inasumible», reiteró.
En un receso del encuentro que se celebra en la Escola Galega de Administración Pública (Egap) el portavoz del comité de huelga, Óscar Freixedo ha asegurado que hay «cero avances». La única novedad de la nueva jornada de negociaciones es la mejora de los médicos forenses, que «faltaban por mencionar», según Freixedo, y tendrán un incremento de cien euros, con la mitad en 2019 y el resto en 2020.
El sindicalista de la CIG acusado a la Xunta de no dar la cara y ha asegurado que «el señor Barreiro (director xeral de Función Pública) sigue soltando perlas a lo largo de toda la negociación». «Si quieren un avance significativo de la negociación hay que cambiar ya al interlocutor», manifestó. Ayer el malestar se propagó entre los empleados públicos cuando el responsable de Función Pública los invitó a concursar en otra comunidad, si no estaban contentos con las condiciones en Galicia. Barreiro no ha negado hoy estas afirmaciones aunque precisó que se sacaron de contexto. «Llevamos aguantando muchas horas descalificativos muy gruesos por parte de las organizaciones sindicales y hasta ahora no dijimos nada, nosotros no faltamos al respeto como sí nos faltaron ellos. Tuvimos que pedir educación y corrección varias veces», ha afirmado.
