Cuatro socorristas del Ejército iraní llegaron hoy al lugar donde se produjo el siniestro del avión ATR-72, que se estrelló el pasado domingo con 66 personas a bordo en la montaña Dena, en el centro de Irán, en un punto de difícil acceso. El gobernador de la provincia de Isfahán, Mohsen Mehralizadeh, explicó que los cuatro rescatadores saltaron desde un helicóptero y comenzaron las tareas de búsqueda de los cuerpos y de la caja negra.
Es posible que los cuerpos de los pasajeros y tripulantes «no estén en buen estado», lo que dificultará las operaciones de traslado de los mismos, declaró Mehralizadeh a la agencia Isna.
Otras 2.000 efectivos de los equipos de rescate están intentando alcanzar ese punto, según el gobernador, quien agregó que han requerido más expertos.
«Los alpinistas están en la zona, pero considerando la dificultad del terreno, necesitamos más expertos, por lo que hemos contactado con la Federación de Escalada», agregó.
El gobernador señaló que van a proporcionar todo el equipamiento necesario a los alpinistas para que puedan acampar en la zona durante unos días para realizar las tareas de rescate.
Los restos del avión fueron avistados hoy por un helicóptero de los Guardianes de la Revolución iraní, según anunció este cuerpo de élite.
Se encuentran en la cima Noghol del monte Dena, en la cordillera Zagros, con unas alturas superiores a los 4.000 metros.
El ATR-72 de la compañía Aseman desapareció del radar unos 50 minutos después de despegar del aeropuerto Mehrabad de Teherán el domingo con destino a la ciudad de Yasuy (sudoeste).
Las operaciones de búsqueda del aparato se vieron ralentizadas por las malas condiciones meteorológicas, que impidieron el sobrevuelo correcto de los helicópteros, y por la complicada orografía de la zona. Efe