La renuncia este lunes del subsecretario general de la Presidencia, Valentín Díaz Gilligan, quien mantenía una cuenta de 1.2 millones de euros en Andorra, no mencionada en su declaración jurada, es un duro revés para el gobierno de Mauricio Macri, después que recientemente se conoció que un ministro también tiene cuentas en paraísos fiscales.