La dirigente de la CUP, Anna Gabriel, ya ha definido su estrategia de defensa. Y no es otra que no presentarse mañana ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. Así lo ha anunciado en una entrevista al diario suizo Le Temps, donde deja clara su decisión de permanecer en Ginebra, donde se encuentra desde hace varios días.
La ex diputada independentista sigue así los pasos de Carles Puigdemont y se convierte en prófuga de la justicia. Su alegato, como titula el diario suizo es que «No iré a Madrid, ya que no tendrá un «juicio justo».
Y es precisamente bajo ese argumento por lo que Gabriel dice quedarse en Suiza, para poder «proteger mis derechos». "Estoy siendo procesada por mi actividad política y la prensa del Gobierno ya me ha condenado", asegura.
Hay que recordar que tras su viaje a Venezuela, Gabriel lleva unos días en Suiza con el único objetivo de "internacionalizar" el proceso independentista catalán y denunciar lo que ella denomina "presos políticos".
En esta entrevista al diario suizo, Gabriel explica que será "más útil a mi movimiento en libertad que detrás de las rejas", ya que ve el destino de algunos de sus compañeros que aún están en prisión desde diciembre pasado, dice.
"Comprendí que tenía que irme. No soy la única a la que espera la prisión; todo el gobierno (catalán) está amenazado", indica.
Pedir asilo político
Esta misma mañana Anna Gabriel dijo que está dispuesta a pedir asilo político en Suiza si España solicita su extradición, y que su intención es instalarse en el país helvético para reanudar su carrera académica, ya que fue profesora de Derecho en Barcelona. «Por el momento no he pedido asilo político. Si me quedo aquí intentaré reanudar la vía académica. Yo era profesora de Derecho en la Universidad de Barcelona. Intentaré trabajar, intentaré instalarme aquí», dijo en una entrevista a la radiotelevisión pública francófona RTS. «Y si no puedo porque hay una solicitud de extradición, solicitaré el asilo político», añadió la exdiputada catalana. Efe