El 73,4% de los valencianos compra en supermercados pero el pequeño comercio ha aumentado en cuatro puntos como lugar habitual de compra y se sitúa ya en las preferencias del 14,4 % de los consumidores de la Comunitat Valenciana.
Son los datos de la Encuesta de Hábitos de Consumo 2017 elaborada por la Mesa de Participación de Asociaciones de Consumidores (MPAC) a partir de entrevistas a 250 familias valencianas, que también revela que el 70,7% de los consumidores come fuera de casa al menos una vez a la semana, lo que ratifica la salida de la crisis, según el presidente de AVACU, Fernando Móner.
La encuesta también revela que la cesta de la compra por internet no supera el 1% de los consumidores, y por ello el potencial de la venta virtual es "increíble", ha destacado Móner, en tanto que el 62% de los compradores acude andando a hacer la compra y el 36% usa el vehículo particular (cinco puntos menos que la media nacional).
De hecho, la cercanía (20,5 %), la calidad (17 %) y el precio (14 %) son los factores mayoritarios a la hora de decidir el lugar de compra, mientras que la compra de los diferentes productos se decide en función de la calidad (44 %), las preferencias personales (32 %) y el precio (14 %).
Los consumidores optan de forma mayoritaria por los productos frescos frente a los congelados o platos preparados o conservas, y al 52,7 % le gusta elegirlos personalmente.
La carne y el pescado se consumen entre dos y tres veces por semana, y el 13 % consume dos veces a la semana bebidas alcohólicas, según la encuesta, que refleja que los valencianos siguen prefiriendo comprar el pan en la panadería.
El bio, caro
El 43 % de los consumidores no compra productos ecológicos porque son demasiado caros y el 30 % no se fía de los transgénicos; más del 40 % afirma que los productos son seguros y de calidad en la compra por internet, y superan el 60 % quienes consideran que tiene los mismos derechos en la compra por internet que en la presencial.
Sobre el etiquetado, el 37 % considera útiles las etiquetas, el 30 % cree que son poco visibles, para el 23 % son confusas y el 1,8 % asegura no leerlas, y son la composición y la fecha de caducidad los elementos informativos más valorados, al tiempo que el lugar de origen cobra importancia.
Los consumidores preferirían etiquetas más sencillas, con letras más grandes y menos palabras técnicas, y en este sentido el presidente de AVACU ha señalado que hay que sentarse a pensar cómo mejorar teniendo en cuenta que dentro de diez años el consumidor será digital.
Sobre el desperdicio de alimentos, la mayoría piensa que la responsabilidad de este problema es compartida entre consumidores, distribuidores, Administraciones Públicas, hostelería y productores, y la solución pasa por una gestión del desperdicio y un reparto más equilibrado de los alimentos.
La Mesa de Participación de Asociaciones de Consumidores es un grupo de trabajo formado por las federaciones y confederaciones de consumidores CECU, FUCI, UNAE y UCA/CAUCE, con la colaboración de Mercadona.
