Nuevo desplome en los mercados europeos arrastrados por las fuertes caídas en Wall Street, la volatilidad se ha apoderado de un mercado que le cuesta explicar lo que está pasando. La subida del bono americano está provocando que muchos inversores deshagan posiciones en renta variable y la estén traspasando a renta fija ante la creencia de que el mercado podría estar sobrevalorado, fruto de la subida vertical en Estados Unidos durante estos últimos 14 meses.
El selectivo español se ha contagiado de este pesimismo y perdió más de un 5% durante esta semana, borrando prácticamente la rentabilidad acumulada durante el año pasado. A pesar que estas caídas no se corresponden con la buena evolución de la economía a nivel global, es difícil pronosticar dónde y cuándo se frenarán las caídas. Tras perder de un plumazo soportes tan importantes como lo eran los 10.000 y los 9.650 puntos, el Ibex vigila los 9.200 enteros, como posible próximo punto de apoyo.
Es cierto que son estos momento de pánico donde se producen las mejores oportunidades de inversión, pero igual de cierto es que esta incertidumbre no ayuda a la toma de decisiones, el inversor debería esperar una estabilización del mercado antes de retomar las compras.
