Una confusión con la numeración de los nichos dio pie a que hace quince días los restos de una vecina de Ferrol fuesen exhumandos por error del cementerio de Catabois. El fatal equívoco fue comunicado a la familia por vía postal dos semanas después y dando por hecho «su buena disposición en cuanto al reconocimiento del error producido». Las hijas de la fallecida, casi sin creerse lo sucedido, reconocen su indignación por el retraso a la hora de comunicarles la exhumación y dudan de que los sean los restos de su madre los que ahora guarda un sudario depositado en el mismo nicho que ocupaba el ataúd de la fallecida desde que murió, hace cinco años.
El error, según se explica en la propia carta del ayuntamiento, es achacable a los técnicos municipales que abrieron el nicho equivocado y que solo cayeron en su fallo cuando el familiar de la tumba que debía ser abierta los advirtió. Las hijas de la fallecida se reunieron, informa La Voz de Galicia, con la un concejal del consistorio para mostrarle su indignación, pero su reacción no fue la deseada por la familia. «Nos dijo que si queríamos podíamos tener una compensación económica», indican para insistir en que no entienden cómo nadie las avisó del error en el momento en que se produjo.
Al límite de la ley
Muy afectada por la noticia, la familia también critica que el féretro de su madre hubiese ido a parar al contenedor de basuras por estar «destrozado». Del mismo modo, dudan de que se niegan su madre estuviese ya esqueletizada, teniendo en cuenta que fue enterrada en junio de 2012 y que la ley estipula que las exhumaciones están prohibidas antes de los, como mínimo, cinco años.
