Carlos Sáinz, ganador del último Dakar, y su copiloto Lucas Cruz, han sido esta mañana los protagonistas absolutos en la Puerta del Sol. Ellos, y el coche con el que ganaron la prueba, un Peugeot 3008 DKR, 20 centímetros más ancho y con una suspensión que tiene un recorrido 10 centímetros superior al modelo anterior. Un coche de leyenda con el que Sáinz llegó a la Puerta del Sol, conduciéndolo, y con el que practicó varios movimientos de elevación lateral, para sorpresa de los madrileños que contemplaban atónitos la escena.
Una vez en Sol, el vehículo fue introducido en la Real Casa de Correos por una entrada lateral. Y allí permanecerá durante el fin de semana, formando parte como pieza principal de la exposición que la Comunidad de Madrid le ha preparado como homenaje a su victoria. La presidenta Cifuentes recibió a los dos pilotos y al coche a las puertas de la sede del Gobierno autonómico, y no dudó en subirse al vehículo a la menor oportunidad que tuvo.
Cifuentes, montada en el coche de Carlos SáinzYa dentro, Sáinz y Cruz firmaron en el libro de honor de la Comunidad, y contemplaron la exposición, que también reúne algunas prendas como el mono deportivo del piloto o el casco, mostrados en un paisaje que recrea, con cactus y todo, el desierto en el que se realizó la prueba del Dakar 2018.
Los pilotos le han regalado a la presidenta un casco autografiado por
ellos, y recibieron a su vez una placa conmemorativa, junto con el homenaje cariñoso en nombre del pueblo de Madrid. La presidenta tuvo también palabras para Luis Moya, el habitual copiloto de Sáinz, y para Nany Roma, que sufrió un accidente en la pasada edición de la carrera del que aún se está recuperando.
Cifuentes ha recordado además en sus palabras que los triunfos no son fruto de la casualidad, sino «del esfuerzo».
