Los militantes socialistas votan mañana a la próxima secretaria general del partido en la ciudad de Valencia. Sandra Gómez, que cuenta con el aval del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y Maite Girau, del sector de José Luis Ábalos, mano derecha, a su vez, de Pedro Sánchez, se disputan el cargo.
-¿Qué tiene usted que no tenga su rival?
-Ambas somos socialistas, pero nos diferencia claramente el modelo de organización que queremos para nuestro partido. Nosotros apostamos por un modelo basado en los y las militantes, en las agrupaciones y en la participación. Apostamos por fortalecer nuestro partido como elemento fundamental en la implantación de políticas socialistas. Sin militantes no hay partido y sin partido no hay políticas socialistas.
-¿Ha ensayado ya su discurso de victoria?
-No se necesita ensayar un discurso cuando se tiene la convicción. Estamos convencidos de que los y las militantes nos van a apoyar porque así lo manifestaron cuando apoyamos a Pedro Sánchez.
- ¿Qué es lo que más le ha sorprendido en estos dos años y medio al frente de una Concejalía?
-Sorprendido realmente no sería la palabra adecuada. Tenga usted en cuenta que llevo más de 30 años trabajando en este Ayuntamiento y, aunque desde facetas distintas, ello me permitió llegar a la Concejalía con un profundo conocimiento de la sociedad valenciana.
- ¿Se vive mejor en la oposición?
-Somos un partido de Gobierno, esta pregunta tal vez debería dirigirla ahora a los concejales de la oposición. Personalmente es la primera vez que soy concejala del Ayuntamiento de Valencia y no tengo referencia de otra situación que no sea la de Gobierno.
-¿Verdadero o falso? La política hace extraños compañeros de cama.
-Eso es algo que siempre se ha dicho y puede que en algunas ocasiones hasta sea cierto. El objetivo de un partido es el de llegar a gobernar para aplicar sus políticas.
-¿Hubiera usted firmado un Pacte de La Nau distinto?
-Más que un pacto distinto, lo que realmente hubiese hecho de forma diferente es que se hubiese sometido a la consideración del partido. Me explico, la entidad de un pacto de Gobierno, sea del ámbito que sea, es lo suficientemente importante como para pedir opinión a todos los militantes. La militancia ha de poder opinar previamente a su celebración así como tener cumplida cuenta de su evolución.
-¿Qué echa de menos en el Gobierno tripartito?
-Que el partido socialista mantenga su identidad basada en sus principios y valores.
- ¿Cómo se combate el desencanto?
-Cuando las personas se sienten al margen de las decisiones que afecta su vida se genera una desvinculación de la política. Cuando los políticos no respondemos a lo que la ciudadanía espera de nosotros se genera desapego. Hemos de ser capaces de socializar la política, entendida como deliberación y participación en la decisión colectiva. En una sociedad saturada de información, ofrecer cauces de participación a los ciudadanos. No existen soluciones mágicas que cambien de la noche a la mañana esa desafección. Pero estamos convencidos de que con ilusión, trabajo, esfuerzo y honradez podemos hacerlo. Nosotros proponemos un modelo eminentemente participativo que ofrezca oportunidades para todos y todas.
-¿Los socialistas son los hermanos pobres del Gobierno local?
-En absoluto, yo más bien diría que somos los imprescindibles. Los socialistas aportamos a este Gobierno experiencia en la gestión. Cabe recordar que del Gobierno actual el PSPV-PSOE es el único que ya había gobernado el Ayuntamiento de Valencia.
- Discriminación positiva ¿sí o no?
-Ante una situación de desigualdad hay que tomar medidas correctivas que estimulen su equilibrio. La discriminación positiva es un instrumento que permite corregir las desigualdades en muchos ámbitos. Los socialistas defendemos la igualdad de oportunidades para todas y todos como piedra fundamental de nuestra sociedad. La igualdad afecta a todos los aspectos de la vida. Lo contrario sería asumir la cronificación de la discriminación.
-¿Usted también #MeToo? ¿Ha sufrido alguna vez acoso en política?
-Llevo muchos años participando en la política y, afortunadamente, nunca me he visto en una situación semejante. No obstante, quiero aprovechar la ocasión que usted me brinda para animar a todas aquellas personas que se han visto o se ven sometidas a esta situación a que denuncien los hechos, que no se callen porque así lograremos entre todos terminar con estas prácticas deleznables.
-¿Por qué hay tanto miedo a tocar las Fallas?
-Yo no he detectado nunca ese miedo al que creo se refiere. Las Fallas en esta ciudad son la manera más habitual de participar en una organización. Los socialistas de Valencia, muchos de ellos falleros, por cierto, entendemos muy bien ese mundo.
