No es que detrás de un gran hombre siempre haya una gran mujer, como se suele decir, sino que, en este caso y en algunos otros (aunque no siempre como es sabido y contrastado), detrás o al lado de una gran(dísima) mujer había también un gran hombre. Marx fue ese hombre y Jenny von Westphalen, Jenny Marx de casada, fue esa grandísima mujer-compañera.