Uno de los que menos contento quedó con el sorteo de Copa fue Vitolo. De ídolo del Sánchez Pizjuán ha pasado a apestado tras marcharse este verano, y el azar ha querido que tenga que visitar ese campo hasta tres veces. Ya lo hizo con Las Palmas, donde fue de abucheado para arriba. Tendrá que hacerlo en Liga con el Atlético, su club desde enero, y también en Copa, ya que los rojiblancos se miden al Sevilla en la que posiblemente sea la eliminatoria más equilibrada de los cuartos de final. El sorteo era puro, todos contra todos, y los«grandes» se evitaron entre sí.
El Real Madrid se las verá con el valiente Leganés, con la vuelta en el Bernabéu. Ambos han quedado satisfechos. Los de Zidane porque no tendrán que hacer un desplazamiento largo y los «pepineros» porque el hecho de llegar a la antepenúltima ronda ya es histórico para ellos, y el reto de eliminar al campeón de Europa les motiva.
En Barcelona también habrá derbi con el Espanyol-Barça. Los dos equipos llegan en un buen momento. El Barcelona, invicto desde la Supercopa, cada vez juega mejor. El Espanyol, con altibajos durante el curso, está más estable ahora en el césped, aunque vive preocupado por la posible marcha en este mismo enero de su técnico, Quique Sánchez Flores, al Stoke City.
Los cuartos los completan el Valencia-Alavés, un duelo en el que los de Marcelino, pese a enfrentarse al actual finalista, se siente favorito. «Pero eso no te da el pasaporte», dice el técnico.
