MOSCÚ, diciembre 28.— Rusia construirá tres rompehielos de última generación con tecnología nuclear de clase líder con el fin de escoltar buques en aguas heladas del mar del Norte, informó el miércoles el vice primer ministro ruso, Dmitry Rogozin.
Rogozin precisó que la estatal corporación nuclear Rosatom, ha recibido las instrucciones necesarias para su fabricación y se prevé que entren a formar parte de la Flota rompehielos de Rusia para el periodo comprendido entre el 2023 y el 2025, dijo la agencia local de noticias TASS.
Tras explicar que estos buques rompehielos cubrirán rutas navegables del mar del Norte, el funcionario destacó que podrán escoltar a través del hielo a cualquier embarcación que requiera su servicio para transitar entre las aguas de Asia y Europa.
Resaltó que una vez que los tres rompehielos estén funcionando, Rusia podrá exportar sus hidrocarburos en forma de gas natural licuado no solo a Europa sino también al sudeste asiático.
Conforme a sus palabras, estos rompehielos, de 484 metros de largo y 114 metros de ancho, se construirán en el moderno astillero Zvezda de la región de Primorie, ubicado en el Lejano Oriente ruso.
Con la fabricación de estos buques rompehielos, subraya el vice primer ministro, Rusia asegurará también la asistencia de una escolta total de buques desde la Península Yamal hacia el oeste.
En este sentido, expuso que el Kremlin está implementando unos planes para cubrir la región ártica.
«Necesitamos desarrollar y transitar rutas navegables en el Ártico con nuevas tecnologías y, en primer lugar, esto se relaciona con la flota rompehielos con propulsión nuclear», precisó.
Con este anuncio, Rusia busca proteger sus intereses en esta región donde tiene el grueso de sus reservas de hidrocarburos (explotables y potenciales), además de 20.000 kilómetros de frontera marítima. Este proyecto, de hecho, no es bien recibido por los occidentales.
Mientras, Moscú quiere asegurar rutas marítimas entre Asia y Europa, desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acusan a Rusia de estar tratando de extender su influencia militar en una zona de amplia frontera marítima con los países miembros de la Alianza Atlántica en Europa, en especial, en el Ártico.