Éstas serán sus primeras vacaciones navideñas separado de la mujer de su vida. Muy distintas a las disfrutadas el año pasado en Canarias junto a ella y su hija en común, Daniella. El matrimonio vive separado, y cada vez más distanciado, desde hace nueve meses. El cantante y la actriz, aunque intentan demostrar lo contrario, tuvieron hace un par de semanas una seria discusión a la hora de decidir con quién pasaba su hija la Nochebuena y la Navidad, ya que ambos querían disfrutar de la compañía de la niña. Finalmente, según confirma una amiga de Echevarría, salió beneficiada la protagonista de «Velvet», algo que no ha encajado bien quien fue su compañero sentimental durante doce años.
Bustamante se siente más solo que nunca. Sigue de gira y parará unos días estas fiestas para compartirlos con su familia en San Vicente de la Barquera, su amigo Manuel Martos, hijo de Raphael, y Daniella. Seguramente, la Navidad la pasará en casa de Manuel y la Nochevieja junto a sus padres, sus hermanos y su hija. «David lo está pasando muy mal. Confiaba en que, a estas alturas, habría un acercamiento con Paula, un conato de reconciliación. Y cuando hace unas semanas su mujer cantó algunas estrofas de una canción de Chenoa, en la que habla de infidelidades, comprendió que el reencuentro estaba más lejano que nunca», asegura alguien que lo conoce bien. De hecho, esta misma semana, Bustamante decidió dejar de seguir en las redes sociales a su mujer.
«ojos que no ven...»
La última vez que hablamos con Echevarría, coincidiendo con esa presunta infidelidad de David con Ares Teixidó, Paula dejó muy claras sus intenciones: «Ojos que no ven, corazón que no siente». Era un mensaje directo al padre de su hija. Y las estrofas a las que nos referimos ahora demuestran la evidencia: «Crees que me puedes confundir. Y de qué vas, mirándome atrás... Es que no me fío, sé que tú me engañas, y me engañarás». A buen entendedor, pocas palabras bastan.
La «it girl» no está abierta a un nuevo amor y menos a aventuras pasajeras. Su mente está centrada en su familia y su trabajo. Tampoco da que hablar con falsos romances, como el que le atribuyeron con un empresario venezolano. En este sentido, no cae en los errores de David, siempre en el ojo del huracán. Un miembro de su asegura que «cada vez se le ve más triste y taciturno a medida que se acercan las Navidades. No está tampoco bien de salud, tiene un gran resfriado, y esto afecta a su profesión. Sus últimas actuaciones han sido muy duras porque se quedaba con apenas un hilo de voz y tenía que disculparse continuamente con el público. Eso, para él, es terrible, porque es un perfeccionista. A pesar de los rumores de infidelidad, sigue enamorado de su esposa».
En una de las últimas entrevistas que le hice confesó que «me gusta disfrutar de estas fiestas con Daniella, montar el árbol con ella, cantar villancicos». Este año es distinto. El ex triunfito sufre en silencio. Incluso se comenta que el nuevo disco que ha grabado en Londres estará marcado por el desamor. Por su parte, Echevarría acudió la semana pasada a un despacho de abogados y al de un notario, por lo que se especula con que el divorcio podría firmarse en 2018. Ya lo dejó claro la asturiana: «Si me llegaran los papeles los firmaría». Antes, deberán conseguir un acuerdo para repartir el chalet de Villafranca del Castillo, de cuya venta la actriz se beneficiaría de un 20 por ciento.