Es cuestión de gustos y de tolerancia térmica. Algunas personas huyen como de las ratas de los destinos en el hemisferio norte durante el invierno, en busca de parajes cálidos que hagan olvidar la dura estación. Sin embargo, en Europa hay algunas ciudades a las que vale la pena viajar en invierno, momento en el que se multiplica su belleza y las actividades que se pueden disfrutar en ellas.
