El expresidente catalán ha opinado este domingo que si todos los miembros del Govern cesado hubieran acabado en prisión se habría dado para el independentismo "una situación muy difícil de remontar en unas elecciones", máxime sin Europa "hablando" del conflicto catalán.
En una entrevista en el periódico Ara, Puigdemont ha explicado que tras la declaración de independencia aprobada de forma unilateral por el Parlament los miembros del Govern fueron tomando la decisión de permanecer en España o irse a Bruselas "en función de cómo avanzaban los acontecimientos en el otro lado", aunque ahora "saben cosas" que en esos momentos desconocían.
"Y nos dicen qué suerte que hayamos podido hacer esa jugada. Si no, quizá nos encontrábamos todos en prisión, Europa sin hablar del asunto, encerrados a cal y canto, y en una situación muy difícil de remontar en unas elecciones", sostiene el expresidente catalán, cuyo exvicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras, está encarcelado.
Puigdemont explica en la entrevista que no ha podido hablar con Junqueras, que permanece en prisión preventiva, aunque envió una carta a todos los exconsellers encarcelados, y que tras la salida de prisión de algunos de ellos ha conversado con todos estos exmiembros del Govern excepto con el de Exteriores, Raül Romeva.
Tras recalcar que "sin duda" tomará posesión de su acta de diputado tras las elecciones del 21D, Puigdemont ha apuntado que JxCat, ERC y la CUP tienen un "objetivo compartido", pero ha llamado a "ser militantes de Cataluña más que militantes de cada partido".
Para el expresidente catalán, si en las próximas elecciones del 21D "el 155 sale derrotado, la primera decisión que debe tomar el Gobierno es dejarlo sin efecto", tras lo que Cataluña comenzaría "el despliegue de un Estado que ya no se debe proclamar".