Nació junto a las antiguas barcas del río Guadalquivir. Lleva por título ser «poeta de Andalucía». La vieja Caura fue su cuna y en ella brotaron los primeros poemas. Daniel Pineda Novo no conoce el teléfono móvil. Una vieja Olivetti sigue presidiendo su salón, máquina de la que han nacido multitud de coplas y poesías. Y todo tipo de ensayos, fundamentalmente, vinculados a estudios sobre el flamenco. Discípulo de Santiago Montoto, pocos conocen tan profundamente los secretos del folclore y la vida de antiguos cantaores flamencos. Biógrafo y defensor del poeta Rafael de León, su libro «Las folclóricas» contribuyó de forma extraordinaria a poner en valor a estas grandes artistas. Notable historiador, ha sido cronista oficial de numerosos pueblos andaluces. Fue estudiante de Filosofía y Letras, y perteneció a la célebre tertulia de «La Punta del Diamante». Su vida ha sido una entrega absoluta por la literatura, siendo académico de Sevilla, Córdoba y Málaga, y las internacionales de Palermo, México, Lisboa o República Dominicana, entre otras. Como investigador, destacan sus estudios en torno a la Demófilo y la familia Machado. Sus premios, son innumerables, y sus obras llegan casi a un centenar. Domina el soneto a la perfección. Como el titulado «Paisaje del Sur»: «Sólo de tu belleza aún perdura/ el llanto de una copla que desgarra;/ la cal que te enjalbega y hoy enjarra/ tus muros de lumínica blancura.../ La fértil dimensión de tu llanura/ reseca por un sol que la achicharra... /El canto adulador de la cigarra/ y el oasis de paz de tu dulzura.../Y tus pueblos que enseñan sus despojos/ desde el monte hasta el mar... sin una queja/ que al filo se traduzca de sus ojos: /Hoy te gritan con sana rebeldía /–con el alma en el hierro de la reja–:/ ¡Despierta de una vez... Andalucía!».
