Adoquines, empedrados, veladores, árboles sin podar, expositores, vehículos mal aparcados, bolardos, rampas inexistentes, rebajes mal ejecutados, ascensores no accesibles, aseos no adaptados, falta de espacios reservados en cines, teatros, centros deportivos o transportes... La lista de problemas que las personas con movilidad reducida sufren a diario no tiene fin. El Real Decreto Legislativo 1/2013 por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social fija el 4 de diciembre de 2017 como fecha límite para que los edificios cuenten obligatoriamente con accesos adaptados para personas con discapacidad. La normativa ha otorgado un largo plazo para realizar estos necesarios, razonables y obligados ajustes en espacios urbanos y edificios que fueron construidos con anterioridad al 4 de diciembre de 2010, pero la realidad es que muchas veces son ignorados.
Por esta razón, diferentes colectivos de personas con discapacidad, entre ellos las asociaciones Aupga, VIAndalucía, Asipolio, Alcalá Accesible o Eliminando Barreras, han organizado una manifestación el día 4 de diciembre en Sevilla que partirá de la Plaza Nueva a partir de las 11:30 horas y llegará hasta la Campana. «Las personas con diversidad funcional queremos tener una vida autónoma e inclusiva en la sociedad, y para ello necesitamos espacios accesibles», relata Eugenia Carrasco, una de las organizadoras de la convocatoria, que recuerda que los edificios no adaptados «estarán en una situación de ilegalidad y podrán ser sancionados».
«Necesitamos que ayuntamientos, Junta de Andalucía, Gobierno y particulares asuman su obligación. Se trata de reivindicar el derecho a la accesibilidad universal, un derecho que beneficias a todos», continúa. En Andalucía, de hecho, hay alrededor de un millón de personas con algún grado de discapacidad y de ellas un porcentaje importante tiene problemas de movilidad. Se trata, por tanto, de un problema que afecta a muchas familias directa o indirectamente en la comunidad. Pese a todo, Eugenia lamenta la falta de «visibilidad» del colectivo. Mañana, 3 de diciembre, es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, pero para ellas «cobra más importancia» en esta ocasión el 4D, en el que estaban puestas muchas esperanzas. Por no hablar de las deficiencias que ofrece la Ley de Discapacidad aprobada por la Junta en octubre.
