El colecho facilita la lactancia materna exclusiva, sobre todo porque durante la noche los picos de prolactina son más altos. Las madres que lactan durante la noche, están más relajadas pero en alerta tranquila, más pendientes del bebé, ya que las hormonas de la lactancia disminuyen la actividad del sistema nervioso simpático, aumentando los niveles endógenos de opiáceos que inducen a la madre que lacta a estar más relajada y vigilante.
Sin embargo la leche materna no es solo alimento, es «un río por el que circula información», el cuerpo del bebé pegado al de su madre durante tantas horas y durante tanto tiempo, hace que ambos aprendan a comunicarse, las madres que amamantan son capaces de percibir lo que el bebé necesita, atenta y alerta a las necesidades de este. Pese a que el colecho facilita el descanso de la madre y del bebé, la madre es capaz de percibir cualquier sonido, gesto, movimiento del bebé, la respiración de ambos está sincronizada.
Pero cuidado, si la madre o el padre son fumadores no debemos recomendar hacer colecho, ya que el organismo del bebé es mucho más vulnerables a ese humo residual. Tampoco se debe practicar colecho en el caso de padres que toman medicamentos para dormir, drogas, alcohol o padecen de obesidad mórbida
Tanto si se practica colecho como si no, es importante que el bebé duerma boca arriba, aunque en el pasado la recomendación era dormir boca abajo, desde que los médicos comenzaron a recomendar acostar a los bebés boca arriba las tasas del Síndrome de Muerte Súbita de Lactante (SMSL) se ha reducido en un 50 por ciento. Tampoco debemos preocuparnos cuando ya pueden voltearse boca abajo por sí mismos. Solamente asegurarse de que no haya cosas blandas (como edredones, almohadas, peluches) que puedan incrementar el riesgo de SMSL o asfixia.
Es importante a la vez evitar el sobrecalentamiento. No debemos abrigar en exceso al bebé, el colchón debe de ser firme y plano, no cubrir al bebé con cobertores, si crees que tiene frío, un pijama de una pieza o un saco especial sin mangas es una buena opción. Los protectores acolchados que rodean las cunas no son recomendables, no hay evidencia de que eviten que el bebé se lastime y sí pueden causar asfixia.
La controversia es importante, ya que la lactancia materna previene el SMSL, y el colecho favorece la lactancia, pero en cambio no todos los profesionales y expertos están de acuerdo que el colecho sea seguro al menos los tres primeros meses de vida, por lo que sugieren como alternativa fiable el uso de las cunas de colecho.
Hoy por hoy no podemos afirmar rotundamente que el colecho disminuya el SMSL, dormir en una cuna es algo «moderno», el colecho es tan antiguo como el hombre, países asiáticos, especialmente Japón y Hong Kong tienen la incidencia más baja de SMSL y es donde más colecho se practica. Lo más correcto es informar de cómo practicar colecho de forma segura. Ten en cuenta que es mejor practicar colecho para amamantar que llevarlo a un sillón o sofá, porque el riesgo de que la madre se quede dormida mientras amamanta es alto y el riesgo de asfixia y caída del bebé mayor. Ante la baja incidencia de muerte súbita no hay que ser alarmista, sino informar y aconsejar a la madre que desea hacer colecho para hacerlo de forma segura.
