Durante los últimos años Sacyr ha pasado por la bolsa española por más malos tragos que buenos. En 2015 se vio arrastrada por la complicada situación de Repsol y a partir de ese momento no ha sido capaz de acompañar a la petrolera en su recuperación. Sin embargo, el cierre de la financiación de la autopista Pedemontana-Veneta en el Norte de Italia le ha dado alas en bolsa y abre la puerta a una recuperación mucho más profunda.