No podremos decir que no fuimos advertidos. Umberto Eco señalaba los riesgos de lo que llamaba "bulimia intelectual", entendida como una insaciable curiosidad estéril o un grado de dispersión extrema. Fernando Savater se refería de modo análogo a la "ignorancia hiperinformada". Con frecuencia, observamos que hay incluso quien celebra la ignorancia.