La presidenta del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, se dice víctima de una «fatua bancaria» porque la Société Générale ha cerrado sin dar explicaciones seis cuentas que el partido de extrema derecha tenía abiertas en sus agencias bancarias, así como una quincena de cuentas pertenecientes a sus federaciones regionales. Las penas de Le Pen no terminan ahí. También el HSBC ha decidido cancelar su cuenta personal, lo que le ha llevado a anunciar que presentará una denuncia por «discriminación política», al mismo tiempo que pide a sus electores «y en general a todos los franceses que defienden la democracia y saquen todas las consecuencias» de lo que considera una caza del FN.
Pero el asunto va más allá. El banco francés ha cerrado también las cuentas personales del eurodiputado ultra Jean-Luc Schaffhauser y su esposa. Schaffhauser negoció con un banco ruso un préstamo de nueve millones de euros para el partido en 2014, cuando los franceses se negaban a hacer préstamos al Frente Nacional, que preparaba su asalto al Elíseo.
La Société Générale ha indicado que «las decisiones en materia de apertura o cierre de cuentas bancarias son de naturaleza exclusivamente bancaria» y en ningún caso se han tenido en cuenta «ninguna consideración política». Pero la líder del Frente Nacional habla de «tentativa de ahogar un movimiento de oposición» o de «venganza militante».
El caso se remonta al pasado 27 de julio, día en que Le Pen recibió una carta recomendada con acuse de recibo de la agencia de la Société Générale en Rueil-Malmaison, en la que el banco le informaba de que ya no deseaban «mantener la relación de cuentas que tenemos con el Frente Nacional y deseamos fijar un vencimiento cercano». Para la líder ultraderechista, que todavía intentaba superar el golpe de una humillante derrota tras el desastroso debate frente a Emmanuel Macron entre las dos vueltas de las presidenciales, esta noticia no podía caer peor. Según la ex candidata, pidieron que interviniera el mediador del banco, pero éste les dijo que, «en vuestro caso, no haré mediación».
El Frente Nacional repatrió la gestión de su dinero a una cuenta que tenían en el Crédit du Nord, pero también este banco les cerró las puertas, y sólo bajo orden del Banco de Francia les han abierto de nuevo la cuenta, pero sin posibilidad de usar tarjeta bancaria ni chequera. Según ha comentado en BFMTV el tesorero del FN, Wallerand de Saint-Just, siguen pagando a trabajadores y proveedores con giros bancarios, pero no pueden recibir las contribuciones financieras de los miembros del partido electos, ni los donativos de sus militantes o simpatizantes, salvo en cheque.
En cuanto a Schaffahuser, su abogado considera que hay un lazo directo entre el caso de su cliente y la situación de Le Pen. Asegura que el banco ha cerrado las cuentas «sin justificaciones». La Société Générale «ha decidido romper sus relaciones contractuales con el señor y la señora Schaffhauser el 20 de octubre», por lo que han presentado una denuncia contra la entidad por discriminación.
