“Puede ser conformista, tener un buen ritmo y bajar el listón, pero no es mi mentalidad”, decía Marc después de la caída número 26 de la temporada. Es el que más veces se ha ido al suelo y también el que se encuentra más cerca de ser campeón. En Cheste, en el segundo entrenamiento, cayó en la curva 2, la misma en la que se dejó el título Rossi en 2006. A Márquez se le da bien, quizá por eso quiso probar dónde estaba el límite. Otra vez un accidente sin consecuencias y un pasito más hacia el título. Dijo el jueves que no iba a dejar de ser él por jugarse el campeonato y lo ha confirmado. “Seré fiel a mi estilo hasta el warm up y después veremos”, insistía. No quiere pilotar pensando en acabar el once, porque eso “te hace ir un segundo más lento sin darte cuenta”.
El primer asalto del combate final con Dovizioso fue más bien tranquilo, aunque ya se pueden sacar algunas conclusiones. “Yo, si fuera él, estaría un poco más preocupado que el jueves, porque necesita ganar y hay tres pilotos al menos con mejor ritmo”, lanzaba Marc. Porque Dovi no puede hacer otra cosa que acabar primero y ayer las dos Honda oficiales y Zarco parecían un poco por delante en ritmo. “He visto un poco los rivales. De momento estoy centrado en mi box y también tengo un ritmo para ganar la carrera, pero veremos qué pasa”, añadía Marc, poco preocupado por las caídas, aunque consciente de que es una cosa a mejorar en el futuro. Él está en lo alto de la lista de accidentes, pero recuerda que los pilotos Honda se están cayendo más que otras veces, así que tendrá que ser una cuestión a tratar dentro de la fábrica. “Si fuera por caídas, ya habría yo ganado este año. Quiere decir que va al límite, pero él es bueno gestionándolo. Es igual, no creo que le meta en ninguna crisis”, admitía Dovizioso del problemilla de su rival.
