Ahora, según ha podido saber El Confidencial Digital, Mas ha intensificado los contactos con grandes empresarios “del país”, según dice a sus allegados, para convencerles de la posibilidad de avalarle para el pago de la fianza.
Las llamadas han aumentado los últimos días, debido a las donaciones que ha recibido Mas y con las que ha podido afrontar un segundo pago. El ex president se muestra optimista con los logros, ya que ha conseguido que el Tribunal de Cuentas aplace por dos veces la fecha límite para la entrega de la totalidad de la suma.
Ahora que ha ganado en seguridad, Mas llama a diario a los propietarios de grandes firmas con sede en Cataluña para preguntar “cómo va lo del aval”. También gestiona citas en los despachos de los presidentes y consejeros delegados o cierra almuerzos con ellos en privado. Por ejemplo, ha contactado con una gran empresa farmacéutica, a cuyo presidente ha explicado las condiciones en las que le podría conceder el aval.
Mas debe aún 2,8 millones de euros al Tribunal de Cuentas por la convocatoria y celebración de la consulta del 9 de noviembre de 2014. De no aportarlos en 15 días, se verá embargado. La sentencia también dictó la inhabilitación de Mas por la votación ilegal.
El pago de la fianza es solidario, con lo que las ex conselleras Irene Rigau y Joana Ortega también serán embargadas si no hacen frente a los 2,8 millones que faltan al tribunal.
La ANC y Òmnium recolectaron cantidades inconcretas de dinero para colaborar con Mas en el pago de la fianza. Además, el PDeCAT impulsó una campaña de crowdfunding para conseguir fondos con el mismo fin. El propio Mas pidió en TV3 a los votantes del 9-N “una pequeña aportación” para hacer frente a los 5,8 millones.
