«Adidas hace la camiseta de España desde hace 30 años y no son dudosos de nada. No lo han sido nunca. Ellos hacen el diseño, se cambia cada dos años, coincidiendo con Eurocopas o Mundiales. Dicen que por televisión se ve distinto. No lo sabemos aún. No lo hemos visto en directo. Nos cuentan además que al mojarla, con el sudor o bien con la lluvia, el color se vuelve mucho más oscuro», asegura Juan Luis Larrea, presidente de la Federación, a Efe cuando se le pregunta por la polvareda que ha originado la nueva elástica de la Selección, que hoy será presentada en Las Rozas, aunque en la tarde de ayer se especuló y se anunció que el acto previsto, espectacular, quedaba suspendido. Por lo tanto, pese a los vaivenes mediáticos, parece que se estrenará el sábado en el partido amistoso de Málaga frente a Costa Rica, aunque el desarrollo de los acontecimientos puede hacer variar la situación.
Larrea insiste en que no entiende la polémica que se ha suscitado por el efecto óptico que produce la camiseta, porque « el color que algunos ven polémico es un azul, un azul petróleo». Ya se sabe que para gustos, los colores, y muchos consideran, aunque el furor inicial va remitiendo, que el recuerdo de la bandera republicana está presente.
El problema radica, en estos tiempos convulsos que corren por culpa del «procés», en que algunos lo aprovechan para hacer política. De ahí las declaraciones de Larrea al «As» en las que manifiesta: «Hemos recibido quejas desde lo más alto. Al Gobierno no le hace gracia el lío ni la prenda». Y explica que «no está el horno para bollos con este tema. Y como tanto Iglesias como Garzón (Alberto) han hecho suyo el morado de la camiseta, pues eso no ha caído nada bien en las altas esferas». Quizá exagera Larrea, pues Jesús Posada, expresidente del Congreso, y el portavoz del PP, Rafael Hernando, dieron el visto bueno a la prenda.
Ganas de enredar. El presidente Larrea reconoce que cuando surgió la polémica la pasada semana pidieron el modelo en tejido para comprobar si había algún problema. «Estábamos cuatro o cinco personas en la Federación y se nos dijo que era azul, que se denomina azul petróleo, y para nada tiene otro color», cuenta el actual responsable del fútbol español en el diario «As».
Desde Adidas han insistido en que no va a ver cambios, el modelo está en las tiendas desde el lunes, ya se han venido unas miles y recuerdan, una vez más, que es un guiño a la camiseta con la que España disputó el Mundial de Estados Unidos en 1994. Un Mundial que nos dejó para siempre la imagen de Luis Enrique (camiseta blanca) ensangrentado tras el brutal codazo que le propinó el italiano Tassotti.
¿Marcha atrás o algún cambio en el modelo? La decisión de suspender el acto previsto para hoy dispara las especulaciones. Adidas lo tenía organizado por todo lo alto. Cuatro jugadores iban a bajar de un helicóptero perfectamente equipados. La Federación tendrá que dar una explicación. Ayer se limitó a comunicar la suspensión a los periodistas que se encontraban en Las Rozas, pendientes del primer día de concentración de la Selección. Adidas, que lleva siendo la firma que viste a los internacionales desde siempre, paga a la Federación 25 millones de euros por la comercialización de la camiseta. Nunca ha habido problemas porque siempre, antes de hacer público el diseño, los dirigentes de la firma deportiva se reúnen con los directivos de la Federación para que aprueben el modelo. Los futbolistas también tienen ocasión de opinar al respecto. Y fue Ángel María Villar, respaldado por sus directivos, quien dio el sí a la camiseta de la discordia.
Los jugadores se incorporaron ayer a la concentración, pero hubo silencio sobre el particular. A lo sumo nos quedan las imágenes de Iniesta en el aeropuerto de El Prat diciendo «como os gusta la polémica», cuando los reporteros se le acercaron para preguntarle por la camiseta. También vimos ayer a Nolito, en Sevilla, con la prenda agarrada de la mano y asegurar, que es azul. Petróleo.