«Tots som Catalunya», rezaba la pancarta de cabecera de la manifestación que ayer transcurrió por las calles de Barcelona. Una hora y media antes de empezar el Paseo de Gracia estaba hasta los topes desde la Plaza de Catalunya hasta la Diagonal. Ciertamente estaban todos. Desde Xavier García Albiol, presidente del PP, hasta Paco Frutos, secretario general del PSUC primero y más tarde secretario general del PCE, pasando por Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos y por Miquel Iceta, primer secretario del PSC.
El entusiasmo de la militancia socialista presente era evidente. «Ya era hora de que estuviéramos aquí», comentaban sin complejos ante los periodistas. El PSC era la primera vez que acudía a una manifestación con su primer secretario. David Pérez, miembro de la mesa del Parlament, Xavier Marín, director de la escuela de formación socialista, Anna Balletbó, presidenta de la Fundación Olof Palme, Joan Ferràn, ex primer secretario del PSC de Barcelona, o la ex diputada Isabel López han sido siempre asiduos asistentes. Pero esta vez, el PSC estaba presente con Miquel Iceta al frente acompañado del secretario de organización, Salvador Illa, junto al muy aclamado Josep Borrell, sin olvidar la nutrida representación de la ejecutiva federal del PSOE encabezada por la vicesecretaria general, Adriana Lastra, la negociadora del 155, Carmen Calvo, y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.
Mariano Gomà, presidente de Sociedad Civil Catalana, estaba exultante al inicio de la marcha. «Ahora el 21-D todos a votar. Es la gran oportunidad», nos dijo al principio de la manifestación. Su antecesor en el cargo y fundador de SCC, Josep Ramón Bosch, también estaba presente. «He venido con mis hijos», decía orgulloso. Bosch en su localidad de residencia, Santpedor, ha sido objetivo del independentismo más radical y su casa ha sido pintada en diversas ocasiones.
La llegada de Albert Rivera fue tumultuosa. Acompañado por Inés Arrimadas fueron recibidos por gritos de «presidente» y «presidenta». Su núcleo duro los arropaba. Juan Carlos Girauta, Fernando del Páramo, Carina Mejías y José Manuel Villegas, que como siempre iba muy serio «es que siempre estoy trabajando», decía al tiempo que, por fin, esbozó una sonrisa.
Xavier García Albiol repartió besos y abrazos a su llegada acompañado por Pablo Casado, vicesecretario general del PP. En la cabecera ya estaba Dolors Montserrat, ministra de Sanidad, y el líder del partido en Barcelona, Alberto Fernández. Su hermano, el ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, también acudió a la manifestación. Fue de los más madrugadores. «Esta vez los médicos me han dejado venir», explicaba con orgullo a su llegada a la marcha.
Acudieron a la marcha, muchos por primera vez, un sinfín de sindicalistas en la manifestación, aunque no sus líderes. Destacaba una figura histórica de CC OO, el líder del metal Manolo Gómez Acosta, y otra de UGT, José María Rañé, durante años secretario del Baix Llobregat. Todo un éxito de Mariano Gomà, presidente de SCC, que ha sido capaz de juntar, por fin, a la derecha y a la izquierda catalana bajo la misma bandera. Y bajo un cartel que se veía cerca de la cabecera: «Más puentes y menos muros».