Las subvenciones que el Ayuntamiento de Vitoria (PNV) otorgó a la la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, ya han encontrado su rentabilidad. Durante este mes el colectivo organizará exposiciones en Vitoria y Laudio (Álava) con el objetivo de mostrar las "funestas consecuencias" de la política de dispersión que se aplica a los reclusos de la banda. Esta iniciativa, según explica la asociación pretende denunciar el “sufrimiento” que genera la decisión de mantener a los presos de ETA en prisiones alejadas del País Vasco.
El colectivo abrió su muestra el pasado 16 de octubre y podrá visitarse hasta el 22, mientras que en Laudo podrá verse entre los días 23 y 28 de este mes. Según explicaron portavoces de Etxerat, José Ángel Aramendi y Pilar González, el objetivo es dar testimonio del “sufrimiento que genera” la dispersión y “buscar el reconocimiento de las 16 víctimas mortales que ha causado”. Además, quieren visibilizar que es una labor “imprescindible” si se quiere superar las “consecuencias del conflicto” y avanzar hacia la normalización y la paz. Según recordaron, han pasado
28 años desde que se puso en marcha la política de dispersión y seis desde que ETA anunció el abandono de la lucha armada y, sin embargo, “nada ha cambiado” para los familiares de estos reclusos.
Estas partidas que dio el Ayuntamiento forman parte de las ayudas que por segundo año consecutivo concede el servicio de Convivencia y Diversidad del consistorio vitoriano. Y es que en 2016 ya se concedió una subvención de 4.500 euros a la red de reclusos Sare para organizar unas unas jornadas sobre derechos humanos y paz, en las que participaron víctimas de ETA y del GAL, así como "afectados" por la dispersión de los presos etarras.
El PP ya censuró en su momento estas partidas calificando de “vergüenza” que el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, ponga la ciudad “al servicio de los radicales”. Desde el grupo municipal querían que “el dinero se invirtiese en “las verdades prioridades de los vitorianos”.