A la portavoz del PP, Isabel Bonig, no le convenció la propuesta realizada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. De hecho, siguió una crítica mucho más dura que los dos ex presidentes populares de la Generalitat, Eduardo Zaplana y Alberto Fabra. Para empezar le echó en cara que pida diálogo en el conflicto catalán cuando su Gobierno se caracteriza «por la confrontación» en un derecho fundamental, como es elegir libremente la educación de los hijos. Además, le reprochó que hubiese desaprovechado un momento histórico para reivindicar a la Comunitat dentro de un proyecto nacional. «No he oído ni una sola palabra sobre España, ni sobre ese proyecto sin el que no se concibe la Comunitat» y aludió a que quizás es la falta de interés por la unidad de España lo que provocó que no hubiera ni un solo miembro del Consell en la manifestación del domingo en Barcelona.
Más conciliadora se mostró la portavoz de Ciudadanos en Les Corts, Mari Carmen Sánchez. Defendió la reclamación de una financiación justa «con responsabilidad y altura de miras y no cayendo en maniqueísmos».
Por su parte, el síndic de Podemos, Antonio Estañ, apoyó que la Comunitat lidere ese cambio hacia un nuevo proceso constituyente porque ha quedado demostrado que el modelo actual está agotado.
El expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana calificó de «apreciable y apoyable» la propuesta de Puig. Eso sí, dijo que debe servir para «reforzar» el proyecto nacional sin menoscabo de las competencias de las Comunidades.
Incidió en que las autonomías no solamente suponen cercanía y eficacia en la gestión de los servicios públicos sino también, en algunas de ellas como la valenciana, «tienen mucho que ver con el reconocimiento a la identidad y los valores».
El ex jefe del Consell interpretó que la propuesta de Ximo Puig es un llamamiento a la experiencia de los presidentes de las Comunidades Autónomas para participar en un debate que está planteado en el conjunto de España, con una propuesta de estudio de la reforma constitucional en el Congreso que todavía no se ha articulado.
El expresidente de la Generalitat Alberto Fabra se mostró confiado en que una reunión de conversación entre los presidentes de las diferentes regiones posibilite que cada uno encuentre su espacio. Se declaró «autonomista» y cree en la necesidad de autogobierno y de que las comunidades tengan recursos necesarios para ejercer esa potestad.
Fabra quien peleó durante su mandato por conseguir una financiación justa, incidió en que el sistema debe ser acorde a sus necesidades mediante un reparto justo que cubra las necesidades básicas de los ciudadanos y en la que quepa margen de futuro para las nuevas necesidades.
