Con el otoño vuelve la rutina. Los días se acortan con la disminución de horas de luz, las temperaturas bajan y el paisaje cambia de forma radical: las lluvias oscurecen el color de los árboles y los bosques se cubren con ese manto de intensos amarillos y rojizos. La nueva estación es una oportunidad perfecta para reservar hoteles de ensueño enmarcados en un paisaje único. Estas son algunas de las propuestas de Hoteles.com que parecen sacadas de un cuento de hadas.
Los colores de las montañas
A tan solo dos horas de Nueva York y con una extensión de un millón y medio de hectáreas, se encuentran las “Catskill mountains”. Las montañas yacen al este del río Hudson y cuentan con otros 6 que nacen en su seno y 35 picos de una altura aproximada de 1.000 metros. Su extensión abarca la ciudad de Woodstock, famosa por su festival hippie de música y arte de 1969. Un destino ideal para visitar en cualquier temporada del año aunque particularmente en otoño, cuando las hojas se tiñen de colores amarillos, naranjas, rojos y morados. La belleza natural de la zona, más bien salvaje y solitaria, estimula su popularidad como lugar para el descanso, meditación o la aventura. Perderse siguiendo cualquiera de sus caminos puede llevarte hasta una agradable sorpresa como el hotel Colonial B&B que se encuentra en el seno de esta cordillera, en la montaña Plattekill.
El reflejo del lago
El lago Bled está considerado uno de los lugares más bellos de Eslovenia. Situado entre los Alpes Julianos, en la ciudad de Bled, se encuentra a una altitud de 475 metros sobre el nivel del mar y tiene una profundidad máxima de 30,6 m. Si un lago de aguas cristalinas, rodeado de montañas frondosas, con una isla en el centro donde se alza una pequeña iglesia solitaria no es suficiente para despertar sueños de cuentos de hadas, aún hay más. En otoño las colinas de las montañas están llenas de árboles con hojas de diferentes tonalidades y se pueden observar sus colores reflejados en las aguas glaciares de este precioso lago. Gran Hotel Toplice se encuentra en la misma localidad de Bled, a tan solo cinco minutos del castillo y del lago. Un lugar ideal para relajarse y disfrutar de esta maravillosa estación.
La magia del cielo de Noruega
Para muchos el otoño significa aire frío y una vuelta al gris, pero en el círculo Ártico esta estación viene marcada por la aurora boreal, también conocida como las luces del norte. La transición que ofrece Noruega del verano al invierno permite que lugareños y turistas disfruten de admirables paisajes, mientras observan cómo los campos van cogiendo poco a poco un color amarillo impresionante. Lo mágico de este destino son sin duda las primeras auroras boreales. El cielo se cubre de colores verdes, rosas y azules y se puede apreciar cómo fluye la energía a través de este espectacular fenómeno de la naturaleza, convirtiéndolo en una experiencia inigualable. En pleno centro de Tromso, se encuentra el hotel Clarion Collection Hotel Aurora. Esta localidad es junto con el norte de Finlandia y el sur de Groenlandia uno de los mejores lugares del mundo para observar las luces del norte.
Una selva en España
La selva de Irati es un tesoro natural situado en el pirineo oriental navarro y es el segundo hayedo-abetal más extenso de Europa. El respeto de los habitantes de la zona por este espacio paisajístico ha hecho que ese bosque se conserve en su total plenitud. Una oportunidad única para tener un encuentro a solas con la naturaleza rodeado de hayas y abetos, el frescor del río que baja por sus montañas, el sabor de las frutas del bosque y el espectacular follaje de los árboles que abarca innumerables colores. El hotel Roncesvalles se encuentra a las puertas de la selva de Irati en el bello pueblo de Roncesvalles, punto de comienzo del Camino de Santiago en territorio español para peregrinos, turistas y curiosos. Un lugar idílico en un entorno natural sin precedentes en España.
