Ambos dirigentes han abierto el curso político reuniendo a los máximos órganos de dirección de sus respectivas formaciones para analizar los grandes retos que plantea la nueva etapa. Y no cabe duda de que Cataluña ensombrece todos los demás, especialmente porque esta misma semana se espera que Junts pel Sí y la CUP saquen adelante sus leyes del referéndum y de Transitoriedad Jurídica haciendo uso de la reforma del Reglamento del Parlament que les permite aprobarlas en 24 horas sin cumplir ningún requisito previo: sin que figure en el orden del día del pleno, sin enmiendas, sin debate y sin informe preceptivo del Consejo de Garantías Estatutarias que establece su propia legislación autonómica.
A todo ello se ha referido Mariano Rajoy ante la Junta Directiva Nacional del PP, tachando de "ley ilegal" la norma con la que Junts pel Sí y la CUP pretenden amparar la convocatoria del referéndum de autodeterminación para el 1 de octubre. El presidente ha considerado que los pasos que pretenden dar los independentistas esta misma semana son "un nuevo disparate" porque "no pueden hacer un referéndum como el que pretenden, ya que no tienen la competencia para hacerlo. La ley del referéndum no está calificada por la Mesa, no va en el orden del día del Pleno de esta semana, no hay tiempo para aprobarla y, aunque la aprobaran, sería ilegal".
Lo que sigue siendo una incógnita es qué herramientas va a utilizar el Gobierno para evitar el referéndum. La propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha dicho a primera hora en la Cadena SER que no va a contarle sus planes a Carles Puigdemont para ponerle sobre aviso. Rajoy, por su parte, se ha limitado a garantizar que el Ejecutivo actuará con "proporcionalidad, inteligencia, tranquilidad y firmeza" y ha insistido en que el Gobierno no va permitir que haya ilegalidad alguna y que se atente contra la Constitución.
A su juicio, que se quiera sacar adelante la Ley del Referéndum saltándose todos los trámites legales de cualquier parlamento democrático e impidiendo el derecho de debate a la oposición es algo que no ha pasado nunca en España desde que se recuperaron las libertades democráticas. "Ese es el legado que algunos van a dejar de su actividad", ha añadido el jefe del Gobierno.
“Quienes promueven todo esto no quisieron dialogar”, ha reiterado el presidente y ha recordado que “su referéndum de independencia nunca fue negociable. Sabían que el presidente del Gobierno no podía autorizar el referéndum porque estamos hablando de la soberanía nacional, que pertenece al conjunto de los españoles. Sabían que yo no iba a autorizar el referéndum porque no podía, no quería y porque se lo dije con meridiana claridad”.
A juicio del jefe del Ejecutivo, “parece que lo más razonable a estas alturas es rectificar. Todo esto ha servido para dividir como nunca a la sociedad catalana y para que ‘los más extremistas de los extremistas’ controlen la situación en Cataluña”. Es más, Rajoy ha reprochado a los dirigentes catalanes su "huida hacia adelante" en la que ha asegurado que "desconfían unos de otros". En este punto, ha criticado el poder que se le ha dado a la CUP ofreciéndole, por ejemplo, "la cabeza de Artur Mas", uno de los mayores disparates que asegura haber visto en su vida política. "Y que ahora se le deje dirigir el proceso es todavía mayor", ha añadido Rajoy.
El presidente del Gobierno ha vuelto a recordar que el Ejecutivo central ha atendido en todo momento las necesidades de Cataluña, ha evitado la quiebra de la comunidad, ha puesto en marcha el Fondo de Financiación Autonómica y ha pagado a los proveedores que no cobraban de la Generalitat.
Sobre la financiación autonómica, Rajoy ha hecho un llamamiento para que no se politice el debate ante el riesgo, que según él existe, de que algunos quieran utilizar este asunto con fines políticos. “El PP y el Gobierno de España no van a aprobar el modelo de financiación autonómica sin acuerdo con el Partido Socialista”, ha dicho y ha expuesto la razones por las que aspira a ese entendimiento: “No es bueno, como ya se ha demostrado con anterioridad, y con 137 votos no hay una mayoría suficiente para hacerlo”. Según Rajoy, “es un caso de responsabilidad compartida muy clara. El PP no quiere ni puede aprobar esto en solitario y, por tanto, espero que todo el mundo esté a la altura de las circunstancias”.
En su intervención, han merecido especial atención, además de los movimientos del independentismo catalán, el terrorismo, "el problema más grave que tenemos por delante" -en palabras del propio Rajoy- y el importante hito que supone para el Gobierno conseguir respaldo a los presupuestos para 2018.
Sobre el terrorismo y los atentados yihadistas de este verano en Barcelona y Cambrils, Rajoy ha empezado constatando que los únicos culpables son los terroristas pero, inmediatamente después, ha criticado el boicot soberanista a la manifestación de repulsa que se celebró en la Ciudad Condal unos días después. Según ha dicho, “los militantes del PP fueron a esa manifestación para condenar el terrorismo y apoyar a las víctimas, mientras que otros fueron a algo que nada tiene que ver con la lucha contra el terrorismo y la defensa de las víctimas”.
En cuanto a medidas que se van a tomar en el ámbito europeo frente al terrorismo, Rajoy ha anunciado la próxima aprobación del estatuto de las víctimas, una vieja reivindicación del Gobierno español.
Rajoy, por otra parte, ha hecho un llamamiento a los dirigentes de su partido a pensar "desde ya" en las candidaturas para las elecciones municipales, autonómicas y europeas que se celebrarán en 2019. Ha pedido al partido, sobre todo a sus estructuras regionales y provinciales, la "máxima dedicación y esfuerzo", que utilicen a quienes representan al partido en las instituciones y que estén "con la gente, en los pueblos" dando el mensaje del PP. Y les ha llamado a "pensar, desde ya, en las candidaturas de las próximas elecciones".
Además, ha subrayado que la dirección nacional ha preparado un conjunto de actividades para los próximos meses que tienen como finalidad "fortalecer" el PP, "mantener la unidad y la cohesión del mensaje", estar "presentes" en la sociedad y "mejorar la coordinación de las estructuras"
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