Las tarjetas son, en palabras del Banco de España, "instrumentos de pago emitidos por una entidad financiera o un comercio que permiten realizar un pago sin disponer de dinero en efectivo". La popularidad de este dinero plástico es innegable, y es que el número de tarjetas de pago en circulación fue de aproximadamente 97 millones a cierre de 2023, es decir, unas dos tarjetas por habitante.
No obstante, esta no solo es una herramienta imprescindible para sus millones de usuarios, sino que también capta la atención de los delincuentes, que intentan hacerse con el dinero de aquellos más vulnerables. Una de las estafas más frecuentes es el duplicado fraudulento que consiste en copiar la información de una tarjeta de crédito para realizar pagos y así robar el dinero de su titular.
Los estafadores pueden hacerse con estos datos de diferentes formas. Uno de los métodos más utilizados para ello es el conocido como "skimming", que implica colocar dispositivos en los cajeros automáticos como "copiadoras" para conseguir los datos de la banda magnética de la tarjeta de la víctima. También podrán robar los datos en transacciones online que no sean seguras o en páginas web fraudulentas Por tanto, para evitar caer en esta trampa, desde el blog de Finanzas para todos comparten una serie de consejos prácticos:
- Usar la tarjeta de pago sin contacto: las tarjetas "contactless" permiten pagar sin tener que introducir la tarjeta en el datáfono o pasarla por el lector de bandas magnéticas.
- Proteger los datos al comprar online: nos debemos asegurar de que el sitio web en el que queremos comprar sea seguro. Para ello se deberá comprobar que tiene el ícono de candado en la barra de direcciones y que el URL comienza con "https://". También se tendrá que evitar hacer compras en Wi-Fi públicas, ya que los delincuentes podrían interceptar nuestros datos.
- Revisar los movimientos de la tarjeta: muchas entidades financieras cuentan con notificaciones en tiempo real de las transacciones realizadas con las tarjetas, lo que le permitirá al titular detectar cualquier actividad fraudulenta.
- Tener cuidado en los cajeros automáticos: se deberá comprobar que el cajero no tenga dispositivos extraños como "copiadoras" y que nadie nos esté observando mientras introducimos el PIN. "Si puedes, opta por cajeros en lugares concurridos y bien iluminados", explican.
- Mantener la tarjeta siempre a la vista: al realizar pagos en cualquier tipo de establecimiento el titular de la tarjeta debe asegurarse de que no se lleven la tarjeta fuera de su vista, ya que así evitará que puedan copiar la información de esta herramienta.
- Activar medidas de seguridad adicionales: establecer límites de gasto, alertas por SMS o autorizaciones por huella dactilar son algunas medidas que permitirán al titular mantener el control sobre el uso de su tarjeta.
- Sospechar de ofertas demasiado buenas: "fraudes comunes incluyen correos o mensajes con ofertas irreales que te redirigen a sitios web fraudulentos. No pongas los datos de tu tarjeta en sitios desconocidos o sospechosos", aseveran.
- Denunciar cualquier irregularidad: los titulares que detecten cargos no autorizados en su tarjeta o que sus datos han sido comprometidos deberán comunicar esta situación a la entidad financiera para que puedan bloquearla.
"Aunque no existe una garantía absoluta para evitar la clonación de tarjetas bancarias, tomar precauciones puede reducir significativamente el riesgo. Estar alerta y adoptar hábitos de seguridad financiera es la clave para proteger tu información y tu dinero", sentencian.
