Hay detalles que definen perfectamente a una persona. Sin necesidad de que abra la boca para hablar. Gestos. Llámelo clasismo si quiere, pero uno de ellos es la posición del dedo meñique a la hora de tomar una taza de café. O de aplaudir. Ese dedo siempre –siempre– debe estar recogido junto a los otros cuatro, salvo que tenga usted un certificado médico en el que ponga claramente que sufre 'dedo en gatillo'. En ese caso está permitido. Pero o está diagnosticado de 'Tendinitis flexora digital' o no hay excusa. El dedo meñique estirado es una catetada. Sin embargo, por alguna extraña razón, hay quienes estiman que es justo lo contrario. Lo consideran el summum de la elegancia. Del refinamiento....
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